El siglo III d. C. fue testimonio de una gravísima crisis que afectó profundamente a las relaciones económicas sociales y políticas de un Imperio, el romano, que a punto estuvo de desaparecer por completo bajo el peso de las amenazas que se conjuraron para cernirse sobre él. Por lo mismo, es también un periodo de transición, y muy radical, hacia un modelo político muy diferente al que había existido hasta esa fecha. Fue una larga etapa de inestabilidad política que se plasmó en una gran cantidad de reinados breves, algunos de apenas días, que se sucedieron atropelladamente unos a otros a medida que determinados personajes –en su mayoría generales– trataban de usurpar el poder (la llamada anarquía militar). Estas querellas intestinas llegaron incluso, en un momento dado, a quebrar el Imperio en tres entidades: el Imperio Gálico, el Romano y el de Palmira. Al tiempo, las fronteras bullían con nuevos pueblos o Estados vecinos, más agresivos que antaño, como los godos o los persas sasánidas, que ponían a prueba las debilitadas defensas del Imperio. La legión romana en el siglo III d. C. tuvo que encarar todas estas amenazas y, contra todo pronóstico, salió finalmente vencedora. Roma sobrevivió, en efecto, pero al precio de convertirse en algo muy distinto a lo que había sido antaño.
¿El “apocalipsis” del siglo III? por Gonzalo Bravo (UCM)
En la tradición académica se ha consolidado la idea de que el siglo III d. C. fue un siglo de gravísima crisis y decadencia generalizada. La pregunta es: ¿fue realmente todo el siglo III un siglo de crisis? ¿En qué medida la idea de crisis es tributaria de una determinada tradición? En el presente artículo, el afamado catedrático de la Universidad Complutense desgrana hasta qué punto podemos seguir manteniendo la visión tradicional y reivindica, por el contrario, los numerosos elementos de estabilidad y pujanza del Imperio romano del siglo III. Un interesantísimo artículo destinado a romper prejuicios.
Galieno, el emperador reformista (253-268) por Lukas de Blois (Radboud Universiteit Nijmegen)
A partir del año 248, aniversario de los mil años desde la fundación de Roma, el Imperio entró en una espiral de infortunios en la forma de guerras intestinas y agresiones externas. Un emperador, sin embargo, destaca en este difícil contexto, como reformador exitoso que, como reza el adagio, “cambió todo para que no cambiara nada”. Su nombre era Galieno. En este brillante artículo, el profesor De Blois analiza su papel en la profunda transformación militar que experimentó Roma durante su reinado.
Del cingulum al balteus. El atuendo militar en el siglo III por Graham Sumner
Si damos crédito a la iconografía escultórica, en las primeras décadas del siglo III el aspecto del militar romano experimenta una revolución radical. Las túnicas holgadas y sin mangas desaparecen, así como la capa con capucha denominada paenula, reemplazadas por una túnica más corta y ceñida pero con mangas, un manto rectangular llamado sagum y pantalones largos y ajustados.
Como topos. Minas y contraminas en el asedio de Dura-Europos por David Soria Molina (Universidad de Murcia)
Una veintena de cuerpos yacían enterrados bajo las murallas de Dura-Europos, mudos testigos y, a la vez, testimonio elocuente del horror de la guerra. Sus vidas se apagaron en año 256 cuando en shahanshah, el rey de reyes, Sapor I puso asedio a la ciudad con la intención de conquistarla, una vez más, en el marco de su segunda gran ofensiva sobre el Oriente romano. Los restos mortales de aquellos desafortunados combatientes, desenterrados 1700 años después, nos hablan sobre la cruda realidad de la lucha entre las dos mayores superpotencias del momento por el control de la ciudad y sus defensas.
La evolución de la caballería romana en el siglo III por Maxime Petitjean (Université Paris-Sorbonne)
Galieno, hijo y sucesor de Valeriano, emprendió varias reformas militares entre el 260 y el 268. Desde comienzos del siglo XX, se cree que estas reformas fueron el origen de una transformación de la caballería imperial, que vivió un apogeo sin precedentes bajo su reinado. Se trata, sin embargo, de una opinión que necesita ser reevaluada.
La forja de la anarquía. El equipamiento militar romano en el siglo III por Jon Coulston (University of St. Andrews)
El siglo III fue testigo de importantes y profundas transformaciones en el Imperio, y el equipamiento militar de sus tropas evolucionó en la misma medida. En consecuencia, el estudio de las armas y armaduras de este periodo es extremadamente complejo. El profesor Coulston, una de las principales autoridades en la materia, desgrana los pormenores de esta evolución, así como los razonamientos de tipo táctico que de ello se pueden deducir.
La batalla olvidada: la expeditio germanica del emperador Maximino el Tracio y los hallazgos arqueológicos de Harzhorn por Michael Geschwinde
En el verano de 2018, en una zona boscosa apartada y de difícil acceso del norte de Alemania, junto al borde occidental del macizo del Harz, se descubrió uno de los yacimientos arqueológicos más inesperados y a la vez fascinantes de los últimos decenios. En ese lugar se han documentado y extraído los numerosos vestigios de un enconado combate entre romanos y germanos. En algunas zonas, el campo de batalla se encuentra tan bien conservado que es posible reconstruir el transcurso de cada acción militar de forma individual, algo que hasta la fecha no había sido posible hacer en ningún escenario en el que hubiera tenido lugar una batalla campal durante la Antigüedad. Debido a ello, el yacimiento de Harzhorn (llamado así por el nombre de la estribación en la que se realizaron los primeros hallazgos) desempeña también un papel central a la hora de responder la cuestión metodológica de cómo se pueden utilizar yacimientos arqueológicos como fuente histórica.
La doctrina militar romana durante la crisis del siglo III por A. Raúl Menéndez Argüín
El turbulento siglo III, caracterizado por nuevas exigencias estratégicas y un extraordinario dinamismo, trajo consigo importantes modificaciones en el sistema militar del Imperio. El período se inició con las reformas de Septimio Severo (193-211), concebidas para paliar la caída de alistamientos en una época marcada por las crecientes necesidades defensivas. Durante la llamada “Anarquía Militar” el Imperio se vio incluso al borde del colapso, atacado desde todos los frentes y debilitado por penurias económicas y discordias internas. Todo ello contribuyó a su progresiva “militarización”, con el ejército funcionando como elemento clave para sortear la crisis.
El día a día del legionario por Paul Elliott
En la historia del Ejército romano, la experiencia de los propios legionarios ha de ser un punto de partida. La spatha, el pilum, el escudo y el resto de equipamiento cuentan una parte de la historia, la política, la estrategia y las campañas cuentan otra. Pero en el centro de todas ellas subyace la experiencia vital del combatiente: quién era y cómo vivía, tanto dentro como fuera del campamento.
La flota romana altoimperial: un arma estratégica en tiempos de crisis por David Soria Molina (Universidad de Murcia)
El Mediterráneo constituyó la espina dorsal del Imperio romano a lo largo de la mayor parte de su historia. A comienzos del s. II d. C., sumado a los mares Negro y Rojo, las costas europeas del Atlántico, el Nilo y los grandes ríos de Europa y el Próximo Oriente, era la arteria principal que enlazaba la mayor parte de sus territorios y sobre la que descansaban sus rutas comerciales y de comunicación más importantes. El agua se había convertido en el medio predilecto de proyección del poder romano en todas sus formas. Desatender su dominio no era una opción válida.
Superstición, magia y fe en los barracones por Sabino Perea Yébenes (UNED)
Durante el gobierno de los emperadores Severos, las manifestaciones religiosas que se documentan en el ámbito militar no sufren grandes transformaciones con respecto a las del siglo II. En el período llamado de la anarquía militar, sin embargo, desciende el número de testimonios del culto al emperador y a la domus Augusta, y se refuerzan las advocaciones a las virtudes militares y personificaciones abstractas. Si hay un culto pagano que destaca en la segunda mitad del siglo III entre los militares es el Sol Invictus, en el que se aúna la figura del Sol y del culto a Mitra. El cristianismo vendría a aprovecharse de esa latría solar, reutilizando en parte de su simbología y de sus dogmas, haciendo descender del cielo el poder divino que otorga la victoria a la militia Christi.
Las fortificaciones romanas del siglo III y la guerra de asedio por A. Raúl Menéndez Argüín
En el siglo III asistimos a un fenómeno inaudito hasta la fecha en el Imperio: la progresiva fortificación tanto de la capital del imperio como de buena parte de sus ciudades. La inestabilidad política, tanto interna como externa, del Imperio, y la constante amenaza de guerra que ello implicaba, son las razones que lo motivaron. El Dr Menéndez analiza todos los matices del fenómeno, así como la forma de expugnación de urbes en el periodo: las técnicas de asedio.