Vicksburg, el Gibraltar de la Confederación por John V. Quarstein
En 1860, Vicksburg (Misisipi) era un bullicioso puerto fluvial que albergaba una población de 4591 almas. Situado a 375 km al noroeste de Nueva Orleans (Luisiana), la ciudad estaba encaramada en una serie de acantilados sobre un meandro en forma de herradura del río Misisipi. A comienzos de 1862 Vicksburg parecía a salvo del avance de las tropas federales que progresaban por el valle del Misisipi pero, para su desgracia, las fortificaciones confederadas que defendían Memphis (Tennessee) y Nueva Orleans no pudieron frenar la acometida de las fuerzas terrestres y navales de la Unión. Los barcos de vapor de la U.S. Navy proveían a los federales de una movilidad y velocidad que los confederados eran incapaces de contrarrestar y, dado que el Misisipi partía a la nueva nación del Sur en dos mitades, la Confederación debía acometer medidas decisivas para mantener la comunicación entre ambas a toda costa. Vicksburg era el lugar ideal para plantear la defensa. Mapas de Carlos de la Rocha e ilustraciones de Keith Rocco y Julia Lillo.
Ulysses S. Grant, la forja de un líder por John Mosier (Loyola University, Nueva Orleans)
Los trece meses que transcurrieron entre la batalla de Shiloh, en abril de 1862, y el desembarco de las tropas de la Unión en Bruinsburg, Misisipi, en mayo de 1863, fueron sin duda los peores momentos de la vida de Grant. Sería difícil encontrar a ningún general ilustre que se haya visto obligado a afrontar las dificultades que este experimentó durante la mayor parte de ese mortificante año: sus superiores, sus enemigos, sus subordinados y la corrupta e injuriosa prensa sensacionalista. Y, por encima de todo, el impredecible, extraño y salvaje territorio del oeste de Misisipi y el nordeste de Luisiana.
El rostro humano de la campaña de Vicksburg por Daniel E. Sutherland (Universidad de Arkansas)
La fascinación que despierta la campaña de Vicksburg gira, como es natural, en torno a las operaciones militares convencionales: los proyectos de ingeniería de Ulysses S. Grant al oeste del río Misisipi y el cruce del río, la incursión de Grierson, la captura de Jackson, la batalla de Champion Hill y el prolongado asedio suelen ser los argumentos principales. Sin embargo, esta narrativa tradicional no acierta a explicar una de las razones por las que Grant se vio obligado a avanzar sobre Vicksburg desde el oeste, la naturaleza de la guerra en el Misisipi antes y después de la caída de la ciudad y el papel de la población civil en la contienda. La respuesta a todo esto es la guerra de guerrilla, fenómeno esencial para poder comprender el verdadero significado de la campaña.
Decepciones y determinación. Los intentos de U. S. Grant de tomar Vicksburg, diciembre de 1862-enero de 1863 por Michael B. Ballard
Las victorias federales de Iuka (19 de septiembre de 1862) y Corinth (3-4 de octubre de 1862) en el noreste de Misisipi prepararon el camino para la primera campaña del general Ulysses S. Grant contra Vicksburg. La intentona naval de forzar la rendición de la ciudad durante la primavera y el verano de 1862 había fracasado (ver «David G. Farragut y su aventura en el Misisipi» en Desperta Ferro Historia Moderna n.º 6), poniendo de manifiesto que se necesitaría la colaboración de ejército y armada para tomar esta importante ciudad fortificada. El tránsito en el río Misisipi no estaría libre de obstrucciones confederadas hasta que Vicksburg no fuera tomada. Mapas de Carlos de la Rocha e ilustraciones de Don Troiani.
Las batallas por Vicksburg (abril-mayo de 1863) por David Martin
En marzo de 1863 el general U. S. Grant, tras cinco meses al mando del Ejército de Tennessee, no había cosechado más que fracasos en su intento por capturar Vicksburg. La aclamación obtenida tras sus victorias en Fort Henry y Fort Donelson un año atrás se habían desvanecido como consecuencia del baño de sangre en que se convirtió Shiloh y por sus frustradas intentonas contra la fortaleza confederada de Vicksburg durante el invierno de 1862-1863. Con la llegada de la primavera parecía que los días de Grant como comandante del ejército estaban contados si no era capaz de concebir un plan para la consecución de su meta. Mapas de Carlos de la Rocha e ilustraciones de Don Troiani y Keith Rocco.
Port Hudson por David Martin
El enfrentamiento de Port Hudson (Luisiana) es ignorado con frecuencia y apenas considerado un acto secundario dentro del sitio de Vicksburg, aun cuando es una acción importante e interesante por sí misma, especialmente dada su ubicación, en la margen este del río Misisipi no lejos de su confluencia con el río Red, a unos 210 km al sur de Vicksburg y a escasos 40 km al norte de Baton Rouge. Tras la captura de Memphis y Baton Rouge por las tropas de la Unión en la primavera de 1862, el único tramo del Misisipi aún en manos de la Confederación era el que se extendía entre Vicksburg y Port Hudson, por lo que el control sobre esta parte del río era vital para mantener las líneas de abastecimiento y comunicación entre los estados confederados a uno y otro lado del Misisipi.
Cazar al conejo en su madriguera. El sitio de Vicksburg por John V. Quarstein
«Habéis oído que soy un incompetente y un traidor, y que mi intención era vender Vicksburg. Seguidme, y veréis a qué precio estoy dispuesto a vender Vicksburg. Cuando la última libra de ternera, beicon y harina, el último grano de maíz y la última vaca, cerdo, caballo y perro se hayan agotado, y el último hombre haya perecido en las trincheras, entonces y solo entonces venderé Vicksburg» (John C. Pemberton, teniente general del Ejército del Misisipi, 17 de mayo de 1863). Mapas de Carlos de la Rocha e ilustraciones de Keith Rocco.
La aterradora cruzada por la supervivencia. Ciudadanos de Vicksburg recuerdan sus experiencias de la vida bajo el asedio por Terrence J. Winschel (Vicksburg National Military Park)
La vida en la otrora bulliciosa, próspera y cosmopolita ciudad de Vicksburg se tornó en una pesadilla para sus habitantes, que tan pronto se inició el sitio de las tropas federales se vieron sometidos a inmisericordes bombardeos. Niños y mujeres, obligados a abandonar sus casas para buscar refugio en lóbregas y abarrotadas cuevas, hubieron de sufrir el estrés de las explosiones, el calor sofocante de sus claustrofóbicos refugios y la escasez de alimentos con el único consuelo de su patriotismo y su fervor religioso.
Y además, introduciendo el n.º 8: Las Legiones Polacas (1797-1807) por Andrzej Ziółkowski
En los últimos años del siglo XVIII Polonia perdió su independencia como resultado de las actividades políticas y militares de tres potencias agresoras, Rusia, Prusia y Austria. Polonia había desaparecido del mapa de Europa. El país estaba bajo ocupación, la riqueza nacional confiscada y su población sometida a represión. En vista de la superioridad militar de los agresores, muchos voluntarios decidieron emigrar y trasladar la lucha por la libertad de su patria a otros frentes europeos, especialmente combatiendo del lado de la República Francesa.