El duque de Alba en Flandes

Desperta Ferro Historia Moderna

n.º 50
Febrero 2021
El duque de Alba en Flandes
7€IVA incluido

​La figura de Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba, el Duque de Hierro, permanece inextricablemente ligada a la Guerra de Flandes. Designado en 1566 por Felipe II para sofocar la revuelta flamenca e implantar en los Países Bajos la Contrarreforma tridentina, era el mejor activo del que disponía en aquel momento la monarquía. La entrega con la que nuestra cabecera Desperta Ferro Historia Moderna llega a su número 50 está dedicada a la decisiva etapa de gobierno del duque en los Países Bajos (1567-1573). Las páginas que siguen abordan las causas políticas, religiosas y sociales de la Guerra de Flandes, la inauguración del Camino Español –el eje de más de 1000 km que por medio siglo conectó por tierra Flandes y el Milanesado– y las peligrosas campañas de Alba en un país agreste y hostil, de clima frío, tierras bajas pantanosas y habitantes resueltos a perecer antes que renunciar a su fe, sin olvidar la importante y menos conocida labor del duque como gobernador, de la que no ha quedado en el imaginario colectivo otro rastro que su papel en el Tribunal de los Tumultos, importante eje de la leyenda negra que los rebeldes protestantes fraguaron contra la Monarquía Hispánica.

Los orígenes de la rebelión de Flandes por Gustaaf Janssens (Katholieke Universiteit Leuven)

Los orígenes de la rebelión de Flandes por Gustaaf Janssens (Katholieke Universiteit Leuven)

La rebelión de los Países Bajos tiene una historia complicada. No se trató de una única revuelta, sino más bien de una serie de protestas, disturbios y rebeliones consecutivos o conjuntos. Fue una guerra civil en la que se defendieron y exigieron tres derechos fundamentales: la administración conjunta, el autogobierno y la libertad de religión. No fue una revuelta popular contra la opresión política o religiosa de España. No se trataba de una lucha entre credos, ni de un conflicto entre las provincias del norte y las del sur. Fue una guerra civil que se desarrolló en todas las provincias de los Países Bajos, una contienda en la que distintos grupos estaban enfrentados y en la que los intereses políticos, las enemistades religiosas y el poder militar determinaron el curso de los acontecimientos.

El nacimiento del Camino Español por Davide Maffi (Università degli Studi di Pavia)

El nacimiento del Camino Español por Davide Maffi (Università degli Studi di Pavia)

El 15 de agosto de 1567, después de una agotadora marcha de más de 1200 km, el duque de Alba hacía su entrada triunfal a la cabeza de su ejército en la capital de los Países Bajos borgoñones. Con una media de unos 23 km diarios, los 10 000 soldados que componían la fuerza expedicionaria, encargada de acabar con la rebelión de Flandes y restaurar la autoridad de su legítimo señor, habían completado el viaje en 56 días. Habían partido de Milán el 20 de junio con la ardua tarea de llegar a su destino, lo que inauguró el conocido Camino Español. El largo recorrido que unía el Milanesado con Bruselas, pasando por los dominios del duque de Saboya, el territorio del Franco Condado de Borgoña, y Lorena, representó durante varias décadas la principal vía empleada por las autoridades hispanas para hacer llegar refuerzos al ejército que pugnaba contra los rebeldes holandeses.

La primera invasión orangista por Àlex Claramunt Soto

La primera invasión orangista por Àlex Claramunt Soto

La campaña flamenca de 1568 dejó patente la superioridad del duque de Alba y su ejército sobre Guillermo de Orange y sus huestes mercenarias, formadas por lansquenetes, exiliados neerlandeses y aliados hugonotes. A pesar de un revés inicial, el duque se valió de la misma estrategia que en la Guerra de la Liga de Esmalcalda contra los protestantes alemanes para desbaratar los planes enemigos: el acoso continuo y la cuidadosa elección del momento de atacar. La victoria de Jemmingen y la persecución del ejército de Orange hasta expulsarlo de los Países Bajos jalonan la primera campaña de los tercios españoles en Flandes.

La guerra según Alba. Entre el Medievo y la Modernidad por Eduardo de Mesa Gallego (Fundación Carlos de Amberes)

La guerra según Alba. Entre el Medievo y la Modernidad por Eduardo de Mesa Gallego (Fundación Carlos de Amberes)

A pesar del interés que ha suscitado la figura del III duque de Alba, incluso antes de su muerte, su concepción del arte militar ha recibido escasa atención por gran parte de sus biógrafos, quienes han estado más pendientes de discutir acerca de sus decisiones de gobierno y los resultados a largo plazo de estas. En ningún caso se ha intentado entender su filosofía castrense desde el punto de vista de la educación que recibió durante sus años de formación y de sus posteriores vivencias.Las cartas publicadas por Ascensión de la Plaza en Cuadernos de Investigación Histórica muestran el extraordinario celo que mostró en los preparativos que puso en marcha, siempre obsesionado por el buen funcionamiento de la logística y el mantenimiento de la disciplina, los dos pilares sobre los que se asentaba el triunfo militar según su concepción de la guerra.

Alba contra Orange. Duelo en Mons por Alberto Raúl Esteban Ribas

Alba contra Orange. Duelo en Mons por Alberto Raúl Esteban Ribas

En 1572 Guillermo de Orange inició su segunda invasión de los Países Bajos con una estrategia basada en diversos frentes para propiciar un gran alzamiento contra la presencia de tropas extranjeras y el autoritarismo del gobierno del duque de Alba. Tras las campañas de 1567-1568, la rebelión de los Países Bajos había languidecido desde el punto de vista militar, pero no así en lo político ni económico. El incumplimiento de la promesa de Felipe II de viajar hasta Flandes para facilitar la solución al conflicto, la férrea autoridad que el duque de Alba ejercía en los Estados, y la presión fiscal impuesta para el mantenimiento de las tropas eran motivos de exasperación para parte de la población de Flandes, cuestiones religiosas aparte. Mons, en Hainaut, se convirtió en verano de aquel año en el foco decisivo de atención; allí se dirimiría el desenlace de la intentona de Orange por hacerse con el control de Flandes.

El asedio de Haarlem por Barbara Kooij

El asedio de Haarlem por Barbara Kooij​

El asedio de Haarlem fue uno de los episodios más funestos de la Guerra de los Ochenta Años. El 3 de diciembre de 1572, la ciudad holandesa, bajo las órdenes de su gobernador Wigbold Ripperda, se pasó al bando del príncipe Guillermo de Orange, líder de la insurrección flamenca. Poco después, una delegación del ejército real se presentó para negociar, pero Haarlem decidió resistir. Así comenzó un asedio que duró siete meses, se convirtió en una cruenta lucha para ambas partes y sentó un precedente para las otras ciudades rebeldes en Holanda. La lucha se vio condicionada en gran medida por las características geográficas del entorno y supuso el mayor desafío y la mayor sangría humana para el Ejército de Flandes hasta la fecha.

La administración del duque de Alba en Flandes. Políticas y financiación por Gustaaf Janssens (Katholieke Universiteit Leuven)

La administración del duque de Alba en Flandes. Políticas y financiación por Gustaaf Janssens (Katholieke Universiteit Leuven)​

Don Fernando Álvarez de Toledo, III duque de Alba (1507-1582), tiene mala reputación en la memoria colectiva de los Países Bajos y Bélgica. Su gobierno en los antiguos Países Bajos (1567-1573) evoca derramamiento de sangre y represión. Esta imagen negativa tiene que ver, principalmente, con el Consejo de los Tumultos, que promulgó 11 130 destierros –con confiscación de todas o parte de las posesiones– y ordenó 1073 ejecuciones, por lo que es conocido como el Tribunal de Sangre. La investigación histórica ha corregido la imagen negativa del duque, pero la nueva y matizada visión de su administración apenas ha llegado al público en general. Entre 1567 y 1571, Alba llevó a cabo una serie de importantes reformas administrativas, si bien su política fiscal, considerada justa y moderna por los expertos actuales, resultó un completo fracaso.

Introduciendo el n.º 51, La historia es un arma cargada de futuro. El mito de los comuneros por Jesús Torrecilla (University of California Los Angeles)

Y además, introduciendo el n.º 51, La historia es un arma cargada de futuro. El mito de los comuneros por Jesús Torrecilla (University of California Los Angeles)

Las diferentes interpretaciones del mito de los comuneros que surgen desde finales del XVIII prueban que la escritura de la historia no es una actividad desinteresada. Sus autores no se proponen tan solo investigar lo sucedido en el pasado, sino, sobre todo, intervenir en los debates del presente. Una sociedad que confronta problemas de convivencia debe tener en cuenta esa realidad. Negociar el futuro implica negociar el pasado. Desde finales del XVIII, los comuneros castellanos encarnan valores que tenían poco que ver con la causa que defendieron. Ciertos liberales, convencidos de la necesidad de un cambio radical en la España de su tiempo, pensaron que podían servirse de los promotores de la rebelión contra Carlos V para legitimar sus planes revolucionarios. La historia se convierte así en un campo de batalla en el que se dirimen los conflictos del presente.

Lámina de regalo “El asedio de Mons, 1572” tamaño 57,6 x 48 cm

Lámina de regalo “El asedio de Mons, 1572” tamaño 57,6 x 48 cm

Con motivo del número 50 de Desperta Ferro Historia Moderna, queremos regalaros una reproducción del impresionante grabado “Disposición del ejército de… Fernando, duque de Alba, y la representación del ejército del príncipe de Orange y otros protestantes” durante el asedio de Mons de julio de 1572, elaborado en Bruselas el 24 de junio de 1616 por el arquitecto Petro Lepoivre, que se conserva en la Biblioteca Real de Bélgica, Bruselas. La podréis encontrar en el interior de este número en una lámina de gran formato (57,6 x 48 cm).

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