La Guerra Ruso-Turca 1877-1878

Desperta Ferro Historia Moderna

n.º 54
Octubre 2021
La Guerra Ruso-Turca 1877-1878
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La Guerra de Crimea no fue más que un capítulo intermedio de la llamada “cuestión oriental”. El auge del nacionalismo periférico, además de otros factores internos, había convertido al otrora poderoso Imperio otomano en el “enfermo de Europa” y las grandes potencias seguían debatiéndose sobre cuál debía ser su destino. En paralelo, un Imperio ruso robustecido aguardaba la ocasión de resarcirse de su humillación en Crimea y llevar su esfera de influencia a la península balcánica. La ocasión llegó en 1877, cuando el zar declaró la guerra a la Sublime Puerta tras la brutal represión, por parte del ejército otomano, de las insurrecciones nacionalistas de Bulgaria, Serbia y Bosnia-Herzegovina. Esta vez, Gran Bretaña y Francia se mantuvieron neutrales, lo que convirtió la Guerra Ruso-Turca de 1877-1878 en un duelo en dos imperios que se debatían entre la tradición y la modernidad. Fue una guerra dura, marcada por la gran resistencia de los combatientes de ambos bandos en situaciones extremas como el asedio de Plevna y la defensa del paso de Shipka. A la postre, el Ejército ruso, apoyado por Rumanía, Serbia, Montenegro y voluntarios búlgaros, logró quebrar la defensa otomana y abrirse camino hasta las puertas de Constantinopla. Fue entonces cuando las grandes potencias intervinieron y, bajo el auspicio del canciller alemán Bismarck, decidieron los términos en la paz en el Congreso de Berlín. Fue, de nuevo, una paz efímera, pues el emergente nacionalismo balcánico acabaría conduciendo, unas décadas más tarde, al estallido de la Primera Guerra Mundial.

La gran crisis de Oriente por Lucien Frary (Rider University)

La gran crisis de Oriente por Lucien Frary (Rider University)

Como cualquier conflicto, el de 1877 tuvo causas tanto inmediatas como subyacentes. Según las grandes potencias europeas –Gran Bretaña, Francia, Austria-Hungría, Alemania y Rusia–, el motivo directo fue la incapacidad del Imperio otomano para mejorar las condiciones de la población cristiana tras los disturbios en los Balcanes occidentales a mediados de 1875 y la brutal represión de un alzamiento búlgaro un año después. Mientras, entre las causas más profundas se cuentan la rivalidad austro-rusa en el sudeste de Europa, el interés internacional por el control de los estrechos del mar Negro, el crecimiento del movimiento paneslavo en Rusia, la expansión del nacionalismo y el amplio complejo de problemas conocido como la cuestión oriental.

De los Balcanes al Cáucaso. guerra ruso-turca por Andrei Pogăciaș

De los Balcanes al Cáucaso. Campañas de la Guerra Ruso-Turca por Andrei Pogăciaș

La Guerra Ruso-Turca de 1877-1878 se desarrolló sobre todo en la región del Danubio y en los Balcanes, su frente principal, en el que se produjeron luchas encarnizadas y terribles asedios. Los rusos confiaban al comienzo de la guerra en que la campaña fuera breve por dos motivos: el imperio carecía de medios financieros para una contienda prolongada y cabía contar en todo momento con la interferencia de otras grandes potencias, como el Reino Unido. Los rusos seguían los mismos planes que en la guerra de 1826-1829 y esperaban cruzar el Danubio tan deprisa como fuese posible, luego atravesar los Balcanes antes del invierno y marchar directos sobre Constantinopla, el esquivo premio que ambicionaban los zares.

La reforma del Ejército ruso, 1856-1877 por Roger R. Reese (Texas A&M University)

La reforma del Ejército ruso, 1856-1877 por Roger R. Reese (Texas A&M University)​

Tras la Guerra de Crimea, los diplomáticos y estrategas rusos coincidían en que su país necesitaba orientar su doctrina militar hacia la consecución de rápidas victorias antes de que sus enemigos pudiesen coaligarse, pues concluyeron que la reciente derrota en Crimea se debió a que Rusia había combatido sola contra una alianza de cuatro países. Este pensamiento, así como las reacciones ante otros factores materiales y humanos que contribuyeron al fracaso, condujeron al zar Alejandro II y al Ministerio de Guerra a emprender la reforma del Ejército y a prepararse para la próxima guerra. Algunas deficiencias por solventar eran manifiestas: el Ejército necesitaba reemplazar sus mosquetes de ánima lisa por rifles, e introducir cañones de ánima rayada.

El asedio de Plevna por Ömer Turan (Middle East Technical University) guerra ruso-turca

El asedio de Plevna por Ömer Turan (Middle East Technical University)

La Guerra Ruso-Turca de 1877-1878 consistió en una serie de batallas libradas en el Cáucaso y en los Balcanes importantes por sí mismas. Sin embargo, el momento crucial de la contienda fue el sitio de Plevna, donde las fuerzas turcas al mando de Osmán Pachá demostraron una extraordinaria resistencia. No solo los Estados contendientes, sino también el resto mundo contuvo el aliento al contemplar su defensa, que se prolongó durante casi cinco meses. Esta fue una suma de múltiples aspectos como la disciplina, la perseverancia, el heroísmo, la sabiduría o la previsión, y el interés que suscitó fue equiparable al de la propia guerra.

La última cruzada. El paneslavismo durante la gran crisis de Oriente por Denis Vovchenko (Northeastern State University)

La última cruzada. El paneslavismo durante la gran crisis de Oriente por Denis Vovchenko (Northeastern State University)

La intervención rusa en la llamada gran crisis oriental de 1875-1878 ha sido presentada a menudo como el triunfo de la ideología etnicista y del movimiento paneslavista. A la hora de la verdad, sin embargo, la religión fue más importante en la configuración de las actitudes y las políticas, tanto a escala popular como en la esfera oficial, y no solo en aquel momento, sino también en la memoria histórica. No se trató, pues, de una guerra racial entre eslavos y turcos, sino de un enfrentamiento entre la cruz y la media luna, quizá la última cruzada.

Las batallas del paso de Shipka por Alexander Statiev (University of Waterloo)

Las batallas del paso de Shipka por Alexander Statiev (University of Waterloo)

La cordillera balcánica era el único obstáculo natural entre Svishtov, el lugar por donde el ejército ruso había cruzado el Danubio, y los valles del Maritsa, a lo largo de los cuales este planeaba avanzar hacia Constantinopla. Está formada por montañas antiguas y de pendientes suaves atravesadas por numerosos senderos de pastores, pero la mejor y más directa ruta desde Svishtov hacia las tierras bajas búlgaras más allá de los montes discurría por el paso de Shikpa, a 1150 m de altura. Este camino pavimentado, de siete metros de anchura, era accesible para la artillería y los pesados carros de suministros, y desempeñaría un papel clave en la estrategia rusa. Con el paso en su poder, los rusos asegurarían el constante flujo de provisiones necesario para apoyar al ejército que marcharía hacia Constantinopla.

El Tratado de Berlín, la mecha que prendería la Primera Guerra Mundial por Lucien Frary (Rider University)

El Tratado de Berlín, la mecha que prendería la Primera Guerra Mundial por Lucien Frary (Rider University)

La Guerra Ruso-Turca de 1877-1878 fue un acontecimiento histórico relevante que influyó de manera decisiva en el desarrollo de las regiones a ambas orillas del mar Negro. La contienda culminó con el Tratado de Berlín (13 de julio de 1878) –acto final del congreso homónimo– dictado por las potencias europeas, que llevó a la pérdida por parte del Imperio otomano de la mayoría de su territorio balcánico y de partes de la Anatolia oriental. Los artífices del tratado tenían como objetivo hacer frente a una peligrosa situación singular, y su formulación se diseñó para mantener la paz entre las grandes potencias. Por desgracia, la guerra y sus consecuencias socavaron siglos de lazos intercomunales entre los pueblos balcánicos y provocaron una larga lista de futuros conflictos.

Y, además, introduciendo el n.º 55, Felipe V y la expedición de Parma, por María Baudot Monroy (UNED)

Y, además, introduciendo el n.º 55, Felipe V y la expedición de Parma, por María Baudot Monroy (UNED)

En el marco de la política revisionista de Felipe V en Italia, destinada a reconstruir la hegemonía española en el Mediterráneo, el fallecimiento del duque de Parma en enero de 1731 precipitó un acuerdo entre las potencias europeas. A cambio del apoyo español a la Pragmática Sanción del emperador Carlos VI, que nombró heredera a la infanta María Teresa, se aceptó que el infante Carlos, hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, heredara del ducado de Parma. Felipe V exigió una condición adicional: que Gran Bretaña garantizara militarmente el cumplimiento de lo acordado. El pacto se firmó en julio de 1731, estipulándose un plazo máximo de seis meses para la instalación del infante en Italia.

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