Uno de los hechos más singulares de la Guerra de Flandes acaeció en diciembre de 1585 en la isla de Bommel, que, en aquel momento, tras la conquista de Amberes por Alejandro Farnesio, estaba en la línea de frente entre los Países Bajos españoles y las Provincias Unidas. Tras el fatigoso asedio, Farnesio decidió alojar parte de sus tropas en territorio enemigo, y para ello envió a los alrededores de Bolduque los tercios de Cristóbal de Mondragón, Francisco de Bobadilla y Agustín Íñiguez. En la batalla de Empel, los soldados católicos tuvieron ocasión de enfrentarse nada menos que con una armada holandesa, al mando de Philips van Hohenlohe, conde de Holac, que los cercó en un cruel enfrentamiento a muerte. Según el soldado Alonso Vázquez, los españoles “veíanse en muy gran turbación y trabajo, y el menor que pasaban era el frío, hambre y desnudez, que tanto les apretaba por estar al rigor del tiempo sin ningún reparo donde poderse cubrir ni valer de noche y de día y sobre unos diques yermos y solos”. Cuando todo parecía en su contra, se vieron ayudados de la súbita congelación de los ríos Mosa y Waal. En palabras de Vázquez: “Cuando los rebeldes iban pasando con sus navíos por el río abajo, les decían a los españoles, en lengua castellana, que no era posible si no que Dios era español, pues había usado con ellos un tan gran milagro, y que nadie en el mundo sino él (por su divina misericordia) fuera bastante a librarles de aquel peligro y de sus manos”.
Batalla de Empel. Lámina de Jordi Bru
- Edición numerada con certificado de autenticidad
- 60 x 33 cm
- Papel fotográfico Kodak Professional Inkjet Photo. Papel Lustre Finish 250 g, satinado con tratamiento anti-teflex y acabado luster arena.
- Sistema de impresión de 12 tintas pigmentadas (HP) larga duración
Gastos de envío para pedidos nacionales (Península y Baleares) incluidos en el precio. Para envíos a Canarias e internacionales, por favor consúltenos.