El 9 de agosto del año 378, el 1131 desde la fundación de Roma, la civilización romana padeció un descalabro de proporciones bíblicas. En la catastrófica batalla de Adrianópolis un emperador cayó en el campo de batalla, junto con dos tercios de su ejército. Como una plaga de langosta, hordas de innumerables invasores bárbaros –godos, alanos y hunos– se desparramaron impunemente por el Imperio, saqueando y destruyendo a su paso sin hallar oposición alguna. Pero, ¿cómo se pudo llegar a tal situación? ¿Cómo pudo un pueblo bárbaro, hambriento y mal armado, aplastar a la flor y nata del Ejército romano? ¿Fue un cúmulo de azarosas coincidencias o síntoma de la descomposición del Estado? Y, sobre todo, ¿hasta qué punto fue este desastre un precedente de lo que sucedería tres cuartos de siglo más tarde, con la desaparición del Imperio romano de Occidente? Si a ese acontecimiento, a la caída de Roma, dedicamos el primer número de Desperta Ferro Antigua y Medieval, ahora, ocho años y cincuenta números después, abordamos otro desastre, el de la batalla de Adrianópolis, que sus contemporáneos percibieron con un carácter crucial. Tanto cristianos como paganos vieron cómo se resentía profundamente su fe en la solidez y eternidad de Roma, la aeternitas imperii, y de la trascendencia escatológica del momento dan testimonio las palabras de Ambrosio de Milán: in occasu saeculi summus, “vivimos el ocaso del mundo”. Asomémonos pues al abismo, hacia ese pozo que es el pasado, de aguas más oscuras según descendemos por la pendiente de los siglos, y que sin embargo pueden en su reflejo enseñarnos lecciones en tiempos de crisis migratorias y fines de época.
Los gérmenes del apocalipsis por Guy Halsall (University of York)
En el año 376 comenzaron a congregarse grandes masas de bárbaros en la orilla norte del Danubio. Su número fue creciendo hasta el punto de que resultaba evidente que no se trataba de un fenómeno ordinario, como solía suceder de forma estacional, casi cada año, cuando aparecía un grupo de guerreros y civiles en la frontera pidiendo asilo o trabajo. El afamado profesor Halsall investiga los orígenes del problema en las profundidades de la Estepa póntica para desentrañar las causas primeras que desembocaron finalmente en uno de los episodios más relevantes de la historia de Roma.
Antes de la batalla: el Imperio Romano en vísperas del desastre por José Soto Chica (Universidad de Granada. Centro de Estudios Bizantinos, Neogriegos y Chipriotas)
Evaluar el estado del Imperio romano en vísperas del desastre de Adrianópolis es hacer un desasosegante ejercicio intelectual que nos asoma a una realidad histórica inquietante: ningún Estado, por poderoso que sea, está a salvo. Presiones demográficas en las fronteras, derrotas militares inesperadas, dirigentes ineficaces o desacertados, traiciones, rebeliones, desastres naturales, poblaciones que ya no creen en el Estado… De súbito todo puede confluir y concatenarse para provocar una situación desesperada.
Los godos en el siglo IV por Michel Kazanski (CNRS)
Cada vez tenemos más claro que ni la lengua, ni el modo de vida, ni el territorio ocupado, ni las peculiaridades culturales son determinantes a la hora de establecer una identidad cultural concreta para tal o cual pueblo de la Antigüedad. Es, o bien la subordinación a una dinastía –que a menudo se presenta como sagrada, como ocurre entre los godos– o bien el culto a una divinidad o panteón común lo que determina la etnicidad de las poblaciones protohistóricas europeas o, por lo menos, en el caso de aquellas que no son bañadas por el Mediterráneo. El célebre profesor Kazanski revela en este artículo las características principales del pueblo godo en vísperas de su migración a territorio romano.
El cruce del Danubio por Francisco Javier Guzmán Armario (Universidad de Cádiz)
El 9 de agosto del año 378 los godos derrotaron a tres legiones romanas junto a la localidad de Adrianópolis, en Tracia, después de que el emperador Valente les permitiera cruzar la frontera dos años antes. Huyendo de la presión de los hunos y en busca de tierras fértiles que cultivar y en las que vivir en paz, los godos fueron admitidos por las posibilidades del aporte demográfico y militar que suponían para el régimen de Constantinopla, que se hallaba en guerra con Persia. Pero la mala gestión del asentamiento y los abusos cometidos por los romanos, a lo que se sumó la incompetencia del alto mando militar de Valente, llevaron al enfrentamiento en la célebre batalla y a la inesperada derrota del ejército imperial.
Un rayo que se precipita entre las montañas. Guerreros godos y alanos por Iaroslav Lebedynsky (INALCO)
El 9 de agosto de 378, junto a Adrianópolis, los godos y sus aliados infligieron al ejército romano de Oriente una de las mayores derrotas de su historia. Desde entonces hasta hoy, los historiadores se preguntan acerca de las causas del éxito y capacidad militar del pueblo godo. En este artículo, el profesor Lebedinski desentraña lo que sabemos acerca de las cualidades guerreras de estos pueblos para tratar de entender su espectacular triunfo sobre la flor y nada del Ejército romano.
El día más nefasto: la batalla de Adrianópolis por Noel Lenski (Yale University)
La batalla de Adrianópolis fue una de las mayores y más amargas derrotas en la historia de Roma. Las fuentes que relatan este fatídico día son –como sucede a menudo con los hechos de la Antigüedad– prometedoras pero parciales. El profesor Lenski, experto en esta batalla concreta, nos ofrece las claves para comprender lo sucedido en aquella sorprendente jornada.
Xenofobia a la romana. La percepción de la amenaza goda tras Adrianópolis: del problema militar a la solución intelectual por Esther Sánchez Medina (Universidad Autónoma de Madrid)
La profesora Sánchez analiza brillantemente la evolución de la concepción del godo por parte de los Roma, desde una postura de rechazo hasta otra de asimilación, formas de intelectualizar un problema migratorio que evolucionan conforme va asimismo evolucionando la relación del Estado romano con estas gentes.
Rescoldos de la debacle. Las consecuencias de Adrianópolis por Javier Arce (Université de Lille 3)
El profesor Arce analiza el efecto que tuvo la batalla, tanto en la realidad física como en el imaginario colectivo romano, y la forma diferencial en que fue interpretada por paganos y cristianos. Asimismo, compara el episodio con otra batalla anterior, aquella de Mursa (351) para colegir interesantes y sorprendentes conclusiones de ello. Finalmente, se describen las consecuencias políticas que tuvo el enfrentamiento, el fracaso en la integración del pueblo godo y la gran relevancia de este hecho en la historia de Occidente.
Y PARA CELEBRAR EL N.º 50… MAPA DESPLEGABLE ORBIS ROMANVM – MCXXXI AB VRBE CONDITA ¡DE REGALO!
Un mapa de 84×59 cm del mundo romano, basado en la célebre Tabula Peutingeriana, que sale directamente del scriptorium de Carlos de la Rocha, nuestro maestro de portulanos y mapamundis.
