Contrariamente a lo que se puede pensar, las batallas campales eran relativamente infrecuentes en el Medievo. Ahora bien, cuando se daban solían tener consecuencias profundas y de largo alcance. Ese parece haber sido el caso de la que el 16 de julio del año 1212 libraron dos numerosísimos ejércitos en las Navas de Tolosa (Jaén), una batalla que a la postre resultaría decisiva para decantar la balanza de poder entre al-Ándalus y los reinos cristianos a favor de estos últimos. El enfrentamiento provocó el declive del Imperio almohade y, con este, el de la España musulmana, situación que en las décadas siguientes aprovecharían los reinos cristianos para expandirse a su costa. La de las Navas fue, además, una batalla con tintes de cruzada, avalada por Roma y que, por lo mismo, concitó la unión de tres reyes (Castilla, Aragón y Navarra), de varias órdenes militares (Santiago, Calatrava, Temple y Hospital) así como de multitud de voluntarios, muchos leoneses y portugueses, pero también “ultramontanos”, caso de los franceses y occitanos.
Aires de cruzada. La Península antes de las Navas de Tolosa por Sonia Vital Fernández
Más allá de la leyenda construida en torno a las Navas de Tolosa, no cabe duda de la índole excepcional de una batalla campal de esas características, que fue un hito militar en la Europa de principios del siglo XIII, cuando la práctica guerrera tenía como objetivo principal el control del territorio. ¿Cómo se llegó a ese choque campal?
El ejército del Señor. Las huestes cristianas en las Navas de Tolosa por Francisco García Fitz (Universidad de Extremadura)
En realidad, contemplado en conjunto, la fuerza armada que salió de Toledo y se dirigió hacia el sur el 20 de junio de 1212 no difería en lo sustancial de los ejércitos que, en la misma época, podríamos encontrar en casi cualquier parte del Occidente cristiano o de Tierra Santa: se trataba, mayoritariamente, de una masa de guerreros heterogénea, fruto de una combinación de milicias reclutadas por los nobles y de milicias urbanas formadas por los vecinos de las ciudades.
Reyes guerreros y reyes caballeros por David Porrinas González (Universidad de Extremadura)
La vida entre nobles caballeros forjaría en el futuro Alfonso VIII ese ideal caballeresco que tiene en el siglo XII un tiempo de formación y expansión. Puede considerarse esa centuria como fundamental en la evolución de las concepciones de la caballería medieval. Es el momento de los cantares de gesta –como la Chanson de Roland o el más tardío Cantar de Mio Cid–, y también se redactan, de la mano de Chrétien de Troyes, las primeras novelas en la que los caballeros son protagonistas de la tramas; es el tiempo de los trovadores, que cantan las excelencias, los lances y las virtudes de los grandes caballeros; es también la época de los torneos, en los que los caballeros podían colmar las aspiraciones que no conseguían alcanzar mediante la guerra. La cruzada y el desarrollo de la idea de guerra santa vendría a sumar un nuevo elemento en la valoración del caballero cristiano.
El ejército del Miramamolín por Javier Albarrán (Universidad Autónoma de Madrid)
La nueva doctrina consistía en un fenómeno religioso donde una unicidad divina radical destacaba por encima de todo, llamándose así al-muwahhidun, almohades, a sus seguidores, es decir, los partidarios de la unicidad. Pretendían romper con el pasado y acercarse a los primeros momentos de la comunidad de Mahoma. De la mano de esta cosmovisión revolucionaria se consolidó un gigantesco aparato militar que tenía en la idea del yihad una de sus herramientas principales, puesta en marcha por un ejército de compleja composición y características.
La cruzada de 1212 por Martín Alvira Cabrer (Universidad Complutense de Madrid)
Dicen los cronistas castellanos que Alfonso VIII deseaba vengar su gran derrota en Alarcos. Sin minimizar este hecho, lo cierto es que la iniciativa de la guerra que condujo a la batalla de las Navas de Tolosa no fue enteramente suya. La presión de los almohades en el Mediterráneo –tras su conquista de las Baleares en 1203– y la tensión creciente en el sur de Francia, en tierras occitanas vinculadas a la corona de Aragón, movieron al rey Pedro el Católico, firme aliado de Alfonso VIII, a relanzar las hostilidades en las fronteras orientales de al-Ándalus desde finales de 1207.
La batalla de las Navas de Tolosa. Un proyecto arqueológico por Proyecto Navas de Tolosa
El estudio de la batalla de las Navas de Tolosa siempre ha sido abordado desde la información proporcionada por las fuentes literarias, pero carecía de una aproximación arqueológica. En el caso de las Navas de Tolosa, el expolio ilegal continuado durante más de un siglo estaba destruyendo para siempre la valiosa información proporcionada por los materiales y el contexto de hallazgo. Ante la gravedad de la situación y ante la conveniencia de plantear una visión global de la batalla desde el punto de vista arqueológico, en el año 2022 se puso en marcha un proyecto para su estudio. Se trata, por tanto, de una iniciativa muy reciente, cuyos trabajos iniciales aún no han finalizado, por lo que en este artículo nos limitaremos a exponer algunos de sus primeros resultados y principales objetivos.
“En España nunca hubo una batalla semejante”. La batalla de las Navas de Tolosa por Martín Alvira Cabrer (Universidad Complutense de Madrid)
El lunes 16 de julio, de madrugada, los pregoneros llamaron a armarse “para la batalla del Señor”. Tras las misas, confesiones y comuniones, los cruzados comenzaron a formar al pie de la Mesa del Rey poco antes de la salida del sol. El despliegue, decidido en los días previos, se prolongó unas dos horas. “Nunca tantas y tales armas de hierro se habían visto en las Españas”, dice el canciller castellano Juan de Soria.
El rostro de la batalla por José Manuel Rodríguez García (Universidad Nacional de Educación a Distancia)
Para aquellos que no nos hemos visto metidos en un combate a vida a muerte es muy difícil imaginarse los sentimientos de terror, miedo, parálisis, ira, valentía o impulsos violentos que pudieron experimentar los combatientes de cualquier época y más los medievales, donde también jugaban su papel valores diversos como el sentimiento religioso, el espíritu de casta o el deber caballeresco.
Las Navas de Tolosa ¿Un punto de inflexión? por Javier Albarrán (Universidad Autónoma de Madrid)
Las Navas de Tolosa se ha considerado habitualmente como un punto de inflexión, como una batalla decisiva que cambió radicalmente el futuro de la Iberia medieval y la relación de poder entre las diferentes entidades políticas –identificadas en clave confesional– que competían por el dominio de la Península. Fue, desde la perspectiva histórica más tradicional y ciertamente superada, la batalla más importante de la Reconquista, la que decidió el negro futuro de al-Ándalus. Pero la realidad, como suele suceder, se resiste a interpretaciones simplistas.