golpe de estado Níger

Soldados nigerianos del 322 Regimiento de Paracaidistas practican tácticas de campo, durante un entrenamiento de combate, antes del golpe de Estado de Níger. Fuente: Wikimedia Commons.

Pero, teniendo en cuenta la tibieza anterior Occidental y la tolerancia de la Unión Africana (UA), ninguno como éste, sin que mediara violencia, ha tenido, tanta relevancia en Europa, a la vista de las publicaciones al respecto, publicaciones que han anunciado de inmediato posibles intervenciones por la  fuerza, manu militari, para resolver el problema.

De acuerdo con ello los observadores se han planteado algunas de las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las causas del golpe de Estado? ¿Qué es lo que ha provocado unas respuestas que no se presentaron en los anteriores golpes? ¿Hay algunas razones ocultas que no se dicen? ¿Qué pugna geopolítica de relevancia está empujando a una guerra africana? ¿Es la solución militar la única salida para Níger y, por ende, para el resto de los países sabelianos?

Veamos.

Causas presentes en los antecedentes nigerinos

La República del Níger, antigua colonia francesa, presenta cierta inestabilidad política fruto de varios golpes de Estado tras su independencia. País superpoblado (con 23 millones de habitantes), de mayoría musulmana (95% sunnitas y 5% chiitas), con zonas, septentrional y central desérticas (Sáhara y Sahel) cubriendo cerca de los dos tercios del país, que, afectado por el cambio climático, duras sequias y hambrunas, con una agricultura y ganadería precarias y, en consecuencia una pobreza extrema (a pesar de su riqueza minera en uranio, oro y petróleo es el país más pobre de África), ha provocado la huida de población a los países limítrofes en los momentos más críticos; asimismo, el país con un crecimiento demográfico anual del 4%, presenta una alta tasa de analfabetismo, superior al 70%; situación a la que se han de añadir algunas tensiones tribales entre los zarma (apoyados de antiguo por los franceses) y el resto (hausa -la etnia mayoritaria-, fulani, kanuri , tubu, gurma y tuareg kel denneg o kel dinnik –pueblos del este-), algunas de origen antiguo como las habidas entre los agricultores sedentarios con los pastores y ganaderos peul, a las que se unen otras más actuales, provocadas por los daños producidos por el cambio climático y las frustraciones sociales consecuentes.

País que contando con una mala situación sanitaria (aquejado de malaria, desnutrición, con una alta mortalidad infantil y corta esperanza de vida) también se ha visto aquejado por la pandemia del coronavirus (en 2020 decreciendo en intensidad, aunque hay dificultad para aportar datos fiables ante la falta de test para identificar a los enfermos); pandemia que, a pesar de ser frenada un tanto por la intervención gubernamental a través de cierres de escuelas y mezquitas, de fronteras, así como con limitaciones a la movilidad, y gracias a la ayuda internacional dada la falta de personal especializado para los tratamientos y la vacunación (Médicos sin Fronteras abrió un centro de tratamiento de pacientes con síntomas COVID-19), ha producido un desastre económico a sumar al alto empobrecimiento social.

Debilidades todas que han permitido la actuación de los yihadistas en dos frentes abiertos, al este y al oeste, en plena expansión, frentes en los que actúan Boko Haram y el Estado Islámico (EI) del África Occidental (con bases en Nigeria) en el este, y, el EI del Gran Sáhara (con bases en Mali) y el Grupo y de Apoyo al Islam y los Musulmanes en el oeste (a sumar en el sur la violencia de diversos grupos de bandidos nigerinos); situación que está convirtiendo a Níger en un nuevo frente de guerra junto a Mali y Burkina Faso. Violencia terrorista, de momento imparable, que fue dirigida inicialmente contra las autoridades tradicionales para desestabilizar el territorio, y luego contra las fuerzas militares y de seguridad para evitar su expansión, e incluso contra las fuerzas y bases militares del G5 Sahel en el país, y, finalmente, aplicando el terror, contra todos los civiles que se les resisten.

Terrorismo, en expansión por el país, generalmente a través de las zonas fronterizas donde la presencia militar es menor, preocupante para la comunidad internacional y, en especial, para Francia, Alemania, Reino Unido y EEUU, países que, considerando a Níger como aliado indispensable dada su ubicación («baricentro» de conflictos: Libia, Mali y Nigeria, así como punto de paso de inmigrantes), han incrementado su presencia militar con el objetivo de, sellando las fronteras más conflictivas, erradicar el terrorismo, combatir la inmigración ilegal, el crimen organizado y el cierre de sus rutas de tráfico. Territorio pues elegido por las potencias occidentales cara a la lucha contra el terrorismo por las siguientes razones:

  1. Posición geoestratégica: centrada en el norte de África y equidistante de las principales zonas de acción de los grupos terroristas más importantes (JNIM en Mali, EIGS en Libia y Boko Haram en la frontera con el noreste de Nigeria).
  2. Cierta estabilidad política en comparación con sus vecinos.

Razones por las que las fueras francesas retiradas de Mali y Burkina Faso se reagruparon en el país, el único del Sahel que, en principio, las aceptó a pesar de algunas incipientes voces críticas.

golpe de estado Níger

Localización de Níger en el corazón del continente africano. Fuente: Wikimedia Commons

Intervención militar foránea que, si bien no es rechazada por el Gobierno nigerino (sobre todo por contar con unas fuerzas armadas inadaptadas a la lucha contra el terrorismo), querría, tal y como lo pide la sociedad (importante en el golpe de Estado actual), que tal apoyo fuera no sólo militar sino también estructural al objeto de ayudar al desarrollo del país evitando que se esquilmen sus recursos naturales, se evite la corrupción y la injusticia, amén de robar su soberanía (quejas de la sociedad y de los golpistas actuales); además, la mayoría social no ve con buenos ojos la presencia de ejércitos extranjeros en su país, presencia que, en su negatividad, creen que facilita la integración de los nigerinos en los grupos terroristas.

Por otra parte, la presidencia nigerina, al margen de no considerar oportuna cualquier tipo de interlocución, el diálogo o cualquier posible negociación con los terroristas, y más cuando son grupos ajenos al país (lo que se considera negativo por parte de los occidentales), sin ninguna reivindicación territorial sobre el mismo, basa su acción contra los mismos en dos frentes: por una parte, aquel de la acción militar para proporcionar seguridad a los ciudadanos en su conjunto y, en particular, a los desplazados una vez retornados a sus localidades de origen (ante la incapacidad de las fuerzas armadas, se han organizado algunas milicias de autodefensa); y, por otra, el frente de la educación para conseguir una fuerza social capaz de vencerles ideológicamente, contando para ello con el apoyo de los jefes tradicionales de sus comunidades (con los que dialoga para tratar de resolver en lo posible sus problemas y ganar su confianza), dado que, según presidente Mohamed Bazoum: “[se ha de contar] con la población para contribuir a la seguridad”, población que ha de “sentir que el poder político está ahí para protegerles».

Acciones complementarias a las que se unió el programa, establecido en 2017, de atención nacional para la rendición de los yihadistas arrepentidos, al que se acogieron en 2018 unos 249 de ellos.

De lo expuesto se pueden colegir unas primeras razones nigerinas para el golpe de Estado:

  • Ver que, con sólo la intervención militar foránea, en especial la francesa, no se resuelve la violencia yihadista en el país.
  • Ver que sus propios planteamientos antiterroristas no reciben el apoyo necesario.
  • Ver que las tensiones tribales, la hambruna, las deficiencias sanitarias, la corrupción y las injusticias consecuentes, no se resuelven con los apoyos militares foráneos.
  • Ver la lentitud, como consecuencia, del desarrollo de su país.
  • Ver como se esquilman sus recursos naturales en beneficio de sociedades foráneas; sobre todo de uranio (la cuarta reserva del mundo, siendo Níger el mayor productor en 2021).

En resumen: existencia de una profunda crisis económica y de seguridad (incrementada por el terrorismo yihadista y del crimen organizado) que empujan a la sociedad nigerina hacia la necesidad de un cambio, y de ahí las acusaciones al, hasta ahora, presidente, Mohamed Bazoum (elegido democráticamente en 2021, depuesto y ahora retenido, junto a su familia, en el Palacio Presidencial), de incoherencia, de ineficacia, de mal gobierno, de inseguridad al permitir la aplicación foránea de estrategias militarizadas para actuar, solo con ellas, contra la violencia yihadista,  y, asimismo, a Occidente, en especial a Francia, por no resolver sus problemas con sus operaciones militares, amén de estar saqueando sus recursos desde su independencia en 1960.

Desde las causas del golpe a la posible solución fuera de las intervenciones foráneas actuales

De base, existe un miedo occidental (expresado abiertamente por la UE) a que en el Sahel pueda aparecer otro EI que, con su idea expansiva califal, actúe contra los ´enemigos’ occidentales.  Razón por la que, en la actualidad, y visto que es una de las regiones más inestables del mundo con posibilidad de que tal inestabilidad alcance al Magreb, se considere al Sahel, desde una visión puramente castrense, un territorio de importancia estratégica.

Y más cuando varios Estados de la región (Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger) se vienen deslizando, desde su fragilidad institucional, a la conversión en Estados fallidos, algunos militarizados tras golpes de Estado (Níger, Chad, Sudán, Mali, Guinea-Conakry, y Burkina Faso: países suspendidos de participación en la UA), conformando un Sahel desprotegido ante la ausencia de autoridad; un Sahel lleno de vulnerabilidades aprovechables por los yihadistas en su avance expansivo.

Así pues, sobre la base de ese temor creciente, se nos vuelve a repetir hasta la saciedad, tratando de que se comparta ese miedo, que Níger forma parte de la frontera saheliana, avanzada de Europa (confirmado en la última Cumbre de la OTAN en Madrid, declarando su inclusión en el Frente Sur de dicha organización), y que, como aliado fuerte de Occidente (realmente, ¿cuál es esa fuerza?) contra el terrorismo saheliano y el crimen organizado, se ha de seguir contando con el mismo como hasta ahora era: un socio estable y fiable (con el golpe ha dejado de serlo) para Europa, el último socio de Occidente en la región, a pesar del fracaso en la resolución de los problemas nigerinos.

En el caso concreto de Francia, a pesar de su fracaso político-militar en Mali (país ahora manifiestamente antifrancés y anti ONU tras la llegada de los mercenarios rusos de Wagner), y en Burkina Faso siguiendo los pasos de Mali, adelantándose a la UE, mantuvo inicialmente la postura de no querer abandonar su presencia en el continente africano cara al juego geopolítico de influencias, trasladando sus fuerzas a Níger por tal razón, único país africano que, en principio, las admitió.

Pais que ahora, tras el golpe, quiere intervenir militarmente en Níger en razón a que la marcha de dicho país constituiría el fracaso de su presencia en África, de su neocolonialismo, y, dentro de éste, la imposibilidad de acceder al uranio nigerino neesario para sus centrales nucleares.

Sin embargo, en Níger ya no se piensa lo mismo, gracias, según la visión occidental, a las actividades de desinformación (en la base de las viejas heridas de la descolonización), directas o indirectas, del Kremlin/Wagner (presente en la República Centroafricana, Mali, Sudán y Libia), ya que consideran que, prescindiendo del apoyo francés y de otros aliados, podrán resolver sus problemas con otros nuevos, en especial del Kremlin/Wagner y de Turquía, tal y como rezaban los gritos y pancartas en las manifestaciones civiles en apoyo de la junta militar golpista, en las que pedían,  al tiempo, la a expulsión de los franceses, de EEUU y de la UE, y daban la bienvenida otros futuros apoyos…; lo que se reafirmó el Día de la Independencia de Níger (3 de agosto), con banderas rusas y carteles contra Francia (”Abajo Francia”, “Todas las bases francesas fuera”, “El pueblo nigerino exige la marcha de todas las tropas extranjeras con bases en Níger”, “Pedimos la cooperación Rusia-Níger”, …), notándose con claridad la cada vez más acentuada aversión a Occidente, aversión que ha continuado reafirmándose socialmente en todas las manifestaciones posteriores.

Entonces, después de todo lo expuesto, una pregunta que quedará en el aire, sin respuesta por el momento: ¿alguno de los servicios de información e inteligencia europeos y de EEUU sabían del posible golpe? Al parecer no. al permitir, tras su salida de Mali, la instalación de las fuerzas francesas en territorio nigerino.

Amenazas y respuestas

A las pocas horas del golpe de Estado en Níger, comenzaron las repulsas al mismo (de la UA, la ONU, la Casa Blanca, el Gobierno Francés, …) y las amenazas, si no se revertía la situación cuanto antes, como aquella de intervención militar de la CDEAO (ECOWAS en inglés), a 30 de julio, para, con la fuerza, restablecer el orden constitucional. Organización, cuyo principal mecanismo para mantener la paz son las intervenciones militares en la consideración de que una agresión contra cualquiera de sus miembros sería tomada como un ataque a la misma.

Amenaza manifestada, sin obviar la diplomática (de momento con el establecimiento, como presión de duras sanciones económicas: cortes de energía, aumento de los precios de los alimentos básicos), mediante la afirmación de que sus fuerzas estaban ya preparadas para intervenir en el plazo de siete días; amenaza que no se ha hecho realidad de momento tras el fin del plazo citado, antes del domingo 6 de agosto, pero que no se descarta aún.

golpe de estado Níger

El general C.G. Musa en la reunión extraordinaria de los jefes de defensa de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental. Celebrada en Abuja el 3 de agosto de 2023. Fuente: Wikimedia Commons.

Así pues, se mantiene, con las espadas en alto, la tensión en el bloque de la CDEAO: Senegal, Costa de Marfil, Benín y Nigeria (países que se reunirán el próximo jueves para analizar la situación). Países que, junto al resto de componentes de la organización (hasta 15 jefes de Estado) de acuerdo con su plan de intervención, han de decidir, en su caso, cuando atacar y donde, una intervención armada pendiente aún de las posibles soluciones diplomáticas (de todas formas, hay ya unidades desplegadas, sin saber a que países pertenecen, constituyendo una fuerza de reserva, cerca de la frontera con Níger). Aún así, Nigeria, saliéndose de momento del plan de intervención armada de la CDEAO, asegura optar, en principio, por el diálogo y las negociaciones. De todas formas, caso de la aludida intervención, ¿qué harían las fuerzas occidentales presentes en Níger?

De momento la tensión aludida se mantiene dado que la junta militar nigerina se ha negado a recibir el martes 8, una misión tripartita de la CDEAO, la ONU y la UA alegando motivos de seguridad: evitar la posibilidad de que fueran atacados por algunos miembros de la sociedad nigerina en el convencimiento de que los visitantes están preparando la guerra contra Níger.

Por otra parte, la ONU suspende las operaciones humanitarias, y EEUU (que mantiene en Níger una fuerza de 1.100 soldados que de momento no repliega), ante el golpe y la espera de la anunciada intervención de la CDEAO, ha suspendido sus programas de asistencia reduciéndolos a los esenciales (alimentos y ayuda humanitaria).

De todas formas, EEUU está intentando que no se concluya el golpe con una guerra regional explorando todas las vías diplomáticas posibles y tratar de frenar la previsible intervención de los mercenarios de Wagner.

Asimismo, la UE, al margen de ser partidaria también de una salida diplomática, anunció que podrá suspender su apoyo financiero a Níger, y que está de acuerdo con las sanciones que dicte la CDEAO. Por su parte, España ha congelado de momento la cooperación para el desarrollo bilateral mientras no se recupere el orden democrático.

Y Francia, de momento, ha suspendido toda ayuda presupuestaria y el Banco Mundial toda transferencia a Níger, así como la ayuda al desarrollo y presupuestaria a Burkina Faso tras haber declarado su apoyo a la junta militar de Níger.

En cuanto al Magreb, Argelia, partidaria de la restitución al poder de Bazoum, hizo un llamamiento para evitar la intervención militar defendiendo el empleo de medios pacíficos para evitar el crecimiento de la inseguridad regional.

En cuanto a las respuestas nigerinas a tales medidas de presión:

  • Creación, tras ser suspendidas las instituciones, por el general Abderahmane Tchiane, líder del golpe, de un Consejo Transitorio y de un Consejo Nacional para la Seguridad de la Patria (CLSP), asumiendo los poderes legislativo y ejecutivo para poder responder a la situación de crisis y deterioro del país
  • Rechazo a todo tipo de sanciones.
  • Caso de intervención armada de la CDEAO, sin apoyo foráneo o con él (como pudiera ser el de Francia), Níger recibiría el apoyo militar de Mali, Burkina Faso y Guinea Conakri.
  • Cierre de todas las fronteras y establecimiento del toque de queda.
  • Elevar el nivel de alerta de las Fuerzas Armadas.
  • Advertencia de que la respuesta a cualquier acción militar contra Níger será rápida e inmediata,
  • El acercamiento decidido de Níger a Rusia, con posibles apoyos de Wagner a pesar de que Rusia haya manifestado lo conveniente de la resolución de la situación por la diplomacia, por el entendimiento, sin intervención militar.
  • Manifestaciones civiles sin violencia en apoyo a la junta militar y al golpe, con incitación a la expulsión de todos los militares foráneos y al apoyo a la cooperación rusa.
  • Establecimiento en las calles de Niamey de grupos de jóvenes procedentes de los Comités de Apoyo a la junta militar, para alertar pacíficamente de cualquier conato de violencia, la presencia de posibles espías y fuerzas extranjeras, tanto en la ciudad como en la base aérea
  • Denuncia de los acuerdos mantenidos con Francia en materia de seguridad y defensa; base para la expulsión de Níger de sus fuerzas (unos 1.500).
  • Presión civil sobre la embajada francesa y cierre de sus medios de comunicación (Radio France Internacional y France24), empujando a la evacuación de súbditos franceses (junto a otros occidentales de España, EEUU, Italia, Alemania, …).
  • Cierre de su espacio aéreo, desde el domingo hasta nuevo aviso, ante indicios de la intervención militar de la CDEAO.
  • Suspensión de la exportación de uranio a Francia.
  • Formación de un nuevo Gobierno transitorio (composición del mismo cerrada antes de la visita de los negociadores de la CDEAO, ONU y UA, con 21 ministros, 6 de ellos militares, lógicamente entre ellos, aquel del ministerio de Defensa).
  • Rechazo a todas las presiones e intentos de negociación bajo amenaza de guerra.
  • Formación de un nuevo Gobierno transitorio, composición del mismo cerrada antes de la visita de los negociadores de la CDEAO, ONU y UA, con 21 ministros, 6 de ellos militares, entre ellos, aquel del ministerio de Defensa y de Interior.
  • Rechazo a todas las presiones e intentos de negociación bajo amenaza de guerra.
  • Posibilidad de procesar por alta traición al expresidente Bazoum por atentar (bajo pruebas contrastadas) contra la seguridad interior y exterior de Níger.

Conclusiones. Golpe de Estado o algo más

La principal consecuencia del golpe es que los tambores de guerra siguen sonando bien alto mientras se mantiene una situación latente de conflicto armado: así, en cuanto la CDEAO, pasado su plazo de advertencia, ya tiene planes al efecto, junto a una posible intervención francesa y de algún que otro aliado; situación que ha empujado ya a algunas Embajadas occidentales a reducir el número de sus miembros y a centenares de nigerinos a huir a países africanos vecinos e, incluso, a la UE.

Indicios claros de preguerra, que, caso de avanzar, llevará al continente africano a una situación de caos bélico, aunque se diga que la intervención se ceñirá sólo a Niamey, un caos difícil de predecir y más si aumenta el número de los contendientes, africanos y/o foráneos en su caso.

Sería una intervención en la que pueden estar presentes a su manera, para complicar aun más la situación bélica, los grupos yihadistas en la región, filiales tanto de Al-Qaeda como del Estado Islámico, aprovechando que se destrozan entre si sus enemigos y que ha de disminuir, gracias al conflicto, la presión sobre ellos. No hay que perder de vista que, en el origen de la inestabilidad/inseguridad de Níger, está presente la amenaza yihadista, justificación de toda intervención militar foránea.

A pesar de todo, especulando, el golpe de Estado podría quedar ahí, en ser tan solo un golpe, corregido/fallido o no, tras mediación diplomática, o ser realmente algo más, en un futuro más o menos próximo, al suponer la caída definitiva del ´imperio` francés y de sus aliados en el continente africano, aquella en la que desaparecería la  actual ´françafrique`, término que fue acuñado por François-Xavier Verschsve y que de forma irónica y despectiva nos presenta el neocolonialismo francés que ha continuado con una política depredadora de recursos “extraordinariamente nociva”, y  que, en su evolución, el mismo autor definió como ´mafiafrique` basada en un dominio casi militar apoyado en gobiernos y dirigentes corruptos africanos.

Así se relaciona lo que poco se dice: la relación entre la Francia neocolonialista como figura importante, la crisis de Níger/Golpe de Estado y el uranio necesario para mantener la red eléctrica francesa proveniente en un 70% de centrales nucleares. Base para, denotando su fracaso, ahora con Níger, la posible marcha francesa del continente africano, y la posible caída de la UE y EEUU en el Sahel (apareciendo entonces Rusia como alternativa).

Y de ahí que algunos den el salto a la idea de que el problema del Sahel ha sido creado por la intervención militar, como en otros lugares del mundo, junto a las fuerzas económicas de algunos países.

Todo ello junto al crecimiento de la presencia de la nueva influencia rusa en pugna geopolítica con los países de la UE, de Los EEUU con sus afines y China.

Se producirá entonces, si hay intervención africana y occidental (se considera que Francia quiere la guerra como venganza), una situación de guerra total en el Sahel, provocando un caos bélico en dicha región. Caos que presupone un desastre incontrolable sin que se sepa como se saldrá de dicha intervención.

Una guerra que podría estallar desde dentro de Níger si Francia y otras fuerzas aliadas aún presentes en Níger iniciaran, per se, la chispa del conflicto, con algún tipo de ataque ´justificado` a las fuerzas nigerinas.

A tener en cuenta también las posturas, exacerbando la situación, del nigerino Consejo de Resistencia por la República, aparecido recientemente que, amén de dividir a la sociedad, apoya las iniciativas de la CDEAO en contra del golpe de Estado.

Así las cosas: ¿acuerdo final sin la reposición de Bazoum? ¿acuerdo final con la reposición de Bazoum y la marcha de Tchiani? Parece que la solución nigerina se acerca a la primera de acuerdo con los pasos dados ya por la junta militar; sin embargo, tal vez todo cambie, se suavice, si se resuelven los problemas de la exportación del uranio, a pesar de la posible caída del país en la órbita rusa.

En cierta forma se llega tarde, muy tarde, por la aplicación obsesiva, absorbente y constante de la acción castrense (el denominado Frente Militar), a una posible solución, por haber dejado un tanto de lado la actuación complementaria en el Frente Estructural, aquel capaz de dotar con el tiempo (lento pero seguro) al país de los elementos necesarios para crecer en democracia, tanto como para frenar/limitar la acción yihadista, así como aquella, de la que apenas se habla, en el Frente Ideológico, capacitado para elevar la moral de la sociedad en la idea, de que ésta crea en que es posible y que son capaces de resolver sus problemas y entre ellos aquel de la violencia yihadista.

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