Los resultados y experiencias de estas investigaciones han servido como punto de partida para la implementación de una investigación (proyecto CumoT) dirigida a la caracterización cronológica y biocultural de restos humanos y materiales procedentes de cuevas mortuorias del estado de Tamaulipas, aplicando técnicas y métodos específicos con la intención de establecer la posible interacción de los grupos indígenas asentados en esta región, y su relación con el entorno natural. Una región en la que encontramos elementos característicos del precerámico, sociedades cazadoras recolectoras, que ocuparon cuevas y abrigos; así como grupos de economía productora agrícola.
Para ello se ha configurado un grupo de trabajo y colaboración multidisciplinar internacional en el que intervienen científicos de instituciones y organismos españoles (Universidad de Córdoba, Universidad de Sevilla, Sociedad Espeleológica Geos, etc.) y mexicanos (INAH y UNAM). Su ejecución ha sido posible gracias al patrocinio del Ministerio de Cultura (año 2012), la Fundación PALARQ (de 2017 a 2019), el Proyecto CEI Patrimonio Cultural y Natural (Universidades de Andalucía), el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Nacional Autónoma de México, así como el Gobierno del Estado de Tamaulipas a través de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y la Comisión de Parques y Biodiversidad en convenio con la S.E. Geos (2018 y 2019).
El carácter multidisciplinar de la investigación permite no solo la indagación en los procesos histórico-culturales, sino que también se enfoca hacia el estudio y valoración del medio físico y biológico natural de las cavidades donde el hombre realizó sus actividades. Por ello, parte de los objetivos específicos están destinados a los estudios geológicos, biogeográficos, bioespeleología, bioarqueometría y cualquier otro aspecto que conforme el carácter integral del sitio, como su estado de afección y posibles medidas correctoras. Todo ello sin olvidar su repercusión en las comunidades humanas que actualmente habitan en la zona, como elemento esencial de la transferencia de conocimiento a la sociedad.
La investigación, que se desarrolla en el estado de Tamaulipas, abarca una amplia zona en la que podemos distinguir tres focos geográficos distintos. Por un lado, el entorno de la sierra de Naola, cerca de la ciudad de Tula; por otro lado, la zona montañosa próxima a la capital del estado, Ciudad Victoria; ambos en la Sierra Madre Oriental. Y, finalmente, un tercer sector, en la sierra de Tamaulipas.
Los trabajos realizados han permitido localizar en diferentes momentos numerosos sitios con cavidades, abrigos y sótanos (simas), en una labor de prospección exterior y exploración subterránea, casi siempre, en condiciones muy complicadas, en las que habitualmente ha sido necesaria la intervención de personas del entorno como guías o para diversos trabajos logísticos.
Para el ámbito subterráneo la instalación de estaciones topográficas, que han servido como base para la toma de medidas, así como la toma de fotografías y dibujos, han permitido elaborar planimetrías en las que se recogen las plantas, alzado desarrollado y secciones de los puntos más representativos, lo que ha facilitado un registro y una prospección arqueológica sistemática y rigurosa. Los resultados obtenidos se reflejan en el hallazgo de numerosos materiales arqueológicos que nos informan de una frecuentación continuada de las cuevas por parte de grupos indígenas. Fundamentalmente se trata de industrias líticas y cerámicas, pero también otras tipologías (adornos, materiales de construcción, elementos funerarios, etc.) que serían el resultado de un amplio abanico de actividades.
Las cuevas mortuorias de Tamaulipas
En sitios como la Cueva de la Sepultura (Tula) se documentaron diferentes perfiles estratigráficos y plantas de niveles arqueológicos recuperándose una interesante colección de restos esqueléticos humanos, así como otros tipos de materiales. Entre ellos destacan los fragmentos de varas de madera de diferentes tamaños, algunas con restos de cordelería, fragmentos textiles y cestería que, en general, se asocian a la fabricación de fardos funerarios u otros elementos contenedores destinados a diferentes tareas cotidianas. Los estudios antropológicos indican que los restos humanos pertenecerían a grupos de población indígena con una morfología craneal dolicoide característica de las poblaciones antiguas típicas de Aridoamérica que habrían utilizado la cueva como recinto funerario. Los resultados cronológicos (C14) llevados a cabo indican que los numerosos restos óseos, así como fragmentos de textiles, cestería y cordelería habría que asociarlos a momentos de hace más de 3000 años.
En esta misma zona se estudió la Cueva de Las Calaveras, en la que se realizó una topografía completa y una recolección superficial de restos arqueológicos mayoritariamente cerámicos y óseos. Para los primeros, el estudio preliminar, informa de su similitud con los materiales de grupos mesoamericanos del área de río Verde, con unas cronologías propuestas de entre 1800 y 1400 años de antigüedad. Igualmente, se cuenta con una datación sobre un diente humano que ofrece una cronología de hace unos 2600 años aproximadamente.
Al sur de Ciudad Victoria se encuentra Cueva Escondida, un yacimiento que posee un extraordinario registro estratigráfico indicativo de una secuencia ocupacional amplia, cuya excavación ha proporcionado materiales arqueológicos entre los que destacan algunos entierros humanos momificados en buen estado de conservación, acompañados por numerosos fragmentos cerámicos, lítica tallada, elementos de cestería, útiles óseos, etc. Las dataciones absolutas muestran un continuado uso de la cavidad, con cronologías que abarcan desde 4400 años y 800 años antes de ahora. Hasta el momento, la caracterización de los materiales cerámicos ubica poblaciones desde las fases tempranas del desarrollo de grupos sedentarios en la Sierra Madre Oriental, es decir entre las fases Mesa del Guaje (entre hace 3400 y 2400 años) y La Florida (entre hace 2400 y 1800 años). Por otro lado, las puntas de proyectil recuperadas, elaboradas con materias primas locales, pueden estar claramente relacionadas con el Complejo Abasolo, ya que existe una sustancial similitud entre aquellas y las puntas tipos Catán de base redondeada y Matamoros de forma triangular, artefactos diagnósticos de dicho complejo de cazadores-recolectores del periodo Abasolo.
Otro de los lugares destacados es el Abrigo del Aniversario, al noroeste de Ciudad Victoria, donde en 2019 se realizó un rescate que mostró el gran potencial para la investigación arqueológica que tiene. Se establecieron 19 unidades de recolección superficial y se trazó una unidad de excavación en el área de mayor afectación. Los materiales recolectados fueron principalmente lítica tallada, lítica pulida, cerámica y hueso humano y faunístico, teniendo la cerámica una mayor incidencia que el resto de los materiales.
Entre los elementos de superficie destacan además de restos de fogones un fragmento con decoración al exterior formado por gruesas líneas incisas poco profundas, tipo escasamente reportado en la zona, así como otros con la superficie cepillada o pulida de color rojizo. Son numerosos los artefactos de lítica tallada como núcleos, lascas y útiles diversos, con presencia destacada también de algún pulimentado (muelas, molinos, etc.). También se registraron restos óseos humanos que probablemente estén relacionados con enterramientos. Igualmente, se localizaron fragmentos de enjarre (revoque) que formarían parte de algún tipo de estructura de muros. Sobre la pared suroeste del abrigo rocoso aparecen elementos de pintura rupestre, consistentes líneas rectas verticales paralelas de color rojo.
En la parte central del abrigo fue ubicado el pozo de sondeo. Entre el sedimento colapsado a partir del saqueo, esta unidad ofreció una muestra importante de artefactos líticos y cerámicos, los cuales fueron datados gracias a que se encuentran asociados a una contundente lentícula de carbón en 870 antes de ahora. En este caso, la cantidad de lítica tallada encontrada a mayor profundidad fue notoria, destacando la categoría de lascas terciarias y de retoque, lo que puede interpretarse como un indicador de un área de actividad relacionada con la elaboración de artefactos como puntas de proyectil, bifaciales u otros artefactos. De hecho, se obtuvieron tres puntas de proyectil totalmente configuradas entre dichos elementos, una de las cuales, por sus características, podría relacionarse la etapa precerámica de los complejos Nogales y Repelo.
En cuanto a la cerámica los atributos observados permitieron la identificación de 8 grupos. El grupo mayoritario fue el conjunto cerámico con superficie cepillada, que puede ser relacionada con los tipos “brushed” descritos por MacNeish (1958) en la sierra de Tamaulipas y en la Sierra Madre Oriental, en este último caso en relación con la etapa formativa del Complejo Pueblito. Otros conjuntos cerámicos que destacan de la muestra son las que tienen la superficie pulida y los que tienen decoración. Sobre el grupo de superficies pulidas se observaron tres conjuntos; el primero de color café, el segundo de color rojo y el tercero de superficie muy pulida. El primer grupo parece ser una constante ya que está cerámica ha sido observada entre los materiales de otros sitios en el área de la Sierra Madre Oriental. En una primera aproximación, desde este estudio preliminar consideramos que el conjunto de materiales puede ser el indicador de un proceso de cambio cultural relacionado con la transición de la etapa de caza y recolección a la producción agrícola, asimismo al proceso de sedentarización y a la continuidad de la trashumancia entre las poblaciones de este sector del noreste.
Otro de los focos de investigación es la sierra de Tamaulipas, donde se han constatado evidencias de actividad humana desde hace más de 10 000 años, según la interpretación de diversas industrias líticas que pertenecerían a sociedades cazadoras-recolectoras de finales del Pleistoceno y, que al paso de los siglos irían evolucionando hasta diferenciarse en aldeas agrícolas y ciudades interconectadas a lo largo y ancho de los valles, laderas y cimas de las montañas, articulando una de las secuencias culturales más antiguas y complejas del país.
En este entorno tuvimos la oportunidad de estudiar la cueva de El Refugio en el municipio de Soto la Marina. En su interior fueron localizados fragmentos de ollas de cuello ancho con paredes curvo-divergentes parcialmente erosionados, generalmente de tonalidad naranja, café, rojiza o negra. En la sierra de Tamaulipas, esta cerámica varía según la fase en la que se encuentra, pero está claramente identificada a partir hace unos 2600 años, extendiéndose hasta hace unos 800 años y disminuyendo en su diversidad después de este periodo. Por otra parte, en el exterior cercano a la boca de entrada de la cavidad la prospección deparó el hallazgo de numerosos restos líticos de sílex donde se pueden distinguir dos grandes grupos: a) nódulos naturales sin talla, pero con algunas roturas naturales; b) industria lítica tallada entre la que se distinguen lascas, núcleos y útiles bifaciales de tipo punta de proyectil.
En definitiva, presentamos aquí solo una pequeña parte de los resultados de nuestra investigación que, sin embargo, ilustra adecuadamente la magnitud de todo el proceso y el gran potencial que presenta para el futuro. Desde el proyecto CumoT seguimos trabajamos para ampliar el conocimiento de la historia de las sociedades indígenas del estado de Tamaulipas, su patrimonio arqueológico y natural, donde los espacios subterráneos, cuevas, abrigos y simas, no solamente han desempeñado un papel fundamental en su forma de vida, sino que suponen un valor patrimonial añadido para las generaciones futuras.
Bibliografía
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- Pérez, C.; Velasco, J.E.; Moreno, A.; Caro, J.A.; Álvarez, G. y Molina, J. (ep): “Arqueología y espeleología en la Sierra de Tamaulipas”. En prensa.
- Pérez, C. y Caro, J.A. (2022): “Elementos del complejo lítico Abasolo dentro de la Cultura Pueblito en Tamaulipas. Estudio de puntas de proyectil procedentes de cuevas secas en la Sierra Madre Oriental”. En La Conformación Histórica de la Frontera Norte de México. Una Perspectiva Crítica, Vol. II, Juan Manuel Sandoval Palacios y Felipe Ignacio Echenique March (Coordinadores).
- Velasco, J.E.; Silva, T.; Pérez, C.; Meza, A.; Serrano, C.; Casar, I; Morales, P; Otero, F.; Cienfuegos, E.; Caro, J.A. y Álvarez, G. (ep). “Interpretaciones sobre paleodieta y movilidad a través de isótopos estables en colágeno y bioapatita; La cueva de la Sepultura (3050-2850 a. P.), Sierra de Naola, Tamaulipas”. Antropología Americana.
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