Davide Maffi es originario de Voghera (Pavía – Italia), licenciado en Filosofía y Letras, es doctor en Historia Moderna y actualmente trabaja en la Universidad de Pavía. Se ha especializado en temas de historia militar de la España de los Austrias. Entre sus publicaciones 
recordamos los dos volúmenes dedicados al aparato militar español en la Lombardía del siglo XVII: Il baluardo della corona, Florencia, 2007, dedicado a los años de la Guerra de los Treinta Años, y La cittadella in armi, Milán, 2010, sobre el reinado de Carlos II y un gran número de artículos aparecidos en revistas universitarias. Acaba de publicar En defensa del Imperio (Madrid, 2014), una nueva visión sobre el ejército español durante la Guerra de los Treinta Años.
P: ¿Cuándo descubrió su pasión por la Historia Militar?
R: Es difícil decirlo, creo que siempre tuve bastante interés por los temas de carácter militar, si bien no por los desarrollados durante la Edad Moderna sino por los de la Edad Contemporánea. El acercamiento a la Edad Moderna fue casi casual.
P: ¿Por qué los ejércitos de la Monarquía Hispánica?
R: Como he anticipado arriba, fue un factor del todo casual, cuando estaba preparando la tesis de licenciatura de final de carrera (en aquel momento, los que se graduaban en Italia tenían que preparar una tesis de unas 300-400 páginas bajo la supervisión de un catedrático, que empezaba a enseñarte como moverte en los arduos caminos de la investigación). El catedrático de Historia en cuestión me ofreció dos temas: o la historia de los ferrocarriles italianos o algo sobre la Lombardía de los Austrias. Mi decisión fue casi obligada ya que nunca me han gustado los trenes. Acabé eligiendo los ejércitos porque era el tema menos conocido y desarrollado y podía abrir nuevas e interesantes vías de investigación.
P: Usted ha pasado gran parte de su carrera académica investigando en archivos españoles, italianos, ingleses… ¿por qué?
R: La historia militar de la Monarquía de los Austrias, sobre todo en lo referente al siglo XVII, pero también el siglo XVI, es todavía un territorio casi inexplorado y donde siguen sobreviviendo mitos y falsedades que se han creado a lo largo de los siglos. Debido a ello, solo una investigación en los archivos consultando fuentes que han permanecido inéditas, permitirá a los historiadores que hacen un trabajo serio y escrupuloso poder reconstruir la realidad pasada y acabar con los mitos
P: El desarrollo de la Guerra de Flandes durante el siglo XVII atrae una mayor atención por parte de los lectores que otros teatros de operaciones, mientras que el mundo académico parece decantarse por los conflictos que ocurrieron dentro de la península ibérica. ¿Cuál es la razón de esta realidad?
R: Claramente Flandes representaba el teatro de guerra más importante donde estuvo involucrada la Monarquía a los largo de los siglos XVI y XVII. Allí luchaba el ejército más poderoso y donde se creó, junto con Milán, un sistema militar permanente. La epopeya de la Guerra de Flandes, lugar en el que se desangraron por generaciones los ejércitos de la casa de Austria, un hecho que marcó la literatura, la música, el teatro de la época y creó unos mitos que todavía permanecen en el imaginario popular español. Por ejemplo, el dicho de “poner una pica en Flandes”, o el gran éxito de las novelas del capitán Alatriste, protagonizadas por un veterano de aquel ejército. El mundo académico español en las últimas décadas ha mirado más a la situación interior de la Península por dos razones, la primera porque había sido poco investigada y dejada al margen, creyendo que sobre Flandes todo estaba escrito, y, además, por conveniencia. Muchas autonomías prefieren, de hecho, conceder becas a estudiantes que estudian historia local o regional, olvidándose de los grandes problemas historiográficos
P: Vd. ha escrito extensamente sobre el ejército del Estado de Milán, como puso de manifiesto en «La victoria inútil: Tornavento (22 de junio de 1636)» en Desperta Ferro Historia Moderna n.º 9: Richelieu contra Olivares. ¿Qué es lo que llamó tanto la atención del mismo?
R: Desde el siglo XVI el de Milán era el segundo ejército de la Monarquía y, junto con Flandes, era el bastión principal de toda la estructura militar hispana. Con Milán los españoles controlaban todas las rutas de comunicación entre el universo Mediterráneo y Alemania y Flandes, mantenían a raya a los príncipes italianos y garantizaban la seguridad de Nápoles y Sicilia frente a una invasión francesa. No obstante, Milán ha sido muy poco investigado, no solo por parte italiana sino también por parte española, hasta tiempos recientes. Además la Lombardía española no había tenido nunca la suerte de atraer la atención de un historiador del calibre de Geoffrey Parker y todo lo que encontraba me parecía sumamente novedoso.
P: Otro de los temas a los que ha prestado especial atención ha sido el servicio de militares italianos a los Austrias madrileños, por favor ¿podría hablarnos un poco más sobre el tema?
R: El servicio de los italianos fue sumamente importante por la estructura militar de la Monarquía. No solo muchos generales y altos mandos provenían de Italia, sino también millares de soldados que lucharon en Lepanto, Breda, Nördlingen y las demás grandes batallas del imperio. No obstante, muy pocos historiadores habían estudiado dicho fenómeno. Casi siempre se ha prestado más atención a la aportación, muchas veces marginal, de algunos de los territorios peninsulares como Cataluña o los demás territorios de la Corona de Aragón, olvidando por entero, por ejemplo, la participación flamenca o casi por entero la italiana, quienes constituyeron junto con los castellanos y los mercenarios alemanes, el eje vertebral de las fuerzas armadas de la Corona de España.
P: Hablemos un poco del futuro, ¿qué proyectos tiene entre las manos?
R: Me estoy ocupando de varios temas a la vez, más por obligación académica que por ninguna otra razón. Ahora estoy investigando bastante el papel de los italianos en los ejércitos borbónicos. Pero ojalá un día pueda escribir un libro sobre los olvidados ejércitos de Carlos II, ya que nunca han tenido buena prensa, a veces con razón pero otras muchas no.
P: Por último, ¿Qué le ha parecido la experiencia de colaborar con Desperta Ferro?
R: Ha sido todo un éxito y deseo la mejor de las suertes a Desperta Ferro, ya que al tiempo que es científicamente rigurosa, sabe explicar la historia de una manera clara y concisa, lo que hace que sea un magnífico trabajo de divulgación.
Por nuestra parte, nosotros le queremos agradecer tanto su tiempo como por el espléndido trabajo que siempre nos brinda y con el que nuestros lectores siempre disfrutan.
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