«En el occidente estaba ya en paz casi toda Hispania, excepto la parte de la Citerior, pegada a los riscos del extremo del Pirineo, acariciados por el océano. Aquí se agitaban dos pueblos muy poderosos, los cántabros y los astures, no sometidos al Imperio”. Esta situación de excepcionalidad que narró Lucio Anneo Flor en su Epitome de Tito Livio duraría poco, pues en el año 29 a. C. el emperador Augusto lanzaría a sus legiones contra estos pueblos, dando con ello inicio a las denominadas Guerras Astur-Cántabras (29-19 a. C.). Pero no fue su carácter levantisco, ni la amenaza que implicaban para la seguridad el Imperio, lo que suscitó que Roma declarara la guerra a los pueblos de las montañas sino, aparentemente, la imperiosa necesidad que tenía el emperador en ciernes de dotarse de prestigio militar, de victorias en el campo del honor, algo absolutamente necesario –conforme a la tradición romana– para ganar el respecto de sus conciudadanos y acceder a los puestos de mayor responsabilidad. En consecuencia, la guerra fue dirigida personalmente por Augusto. Ahora bien, quizá esperaba que la victoria fuera más fácil de obtener, puesto que las Guerras Astur-Cántabras se alargaron hasta una década, y las peculiaridades geográficas del escenario obligaron a Roma a aplicar una estrategia novedosa.
Águilas en el Cantábrico. La reinterpretación del conflicto por Ángel Morillo Cerdán (Universidad Complutense de Madrid)
Nuestro conocimiento de las Guerras Astur-Cántabras ha experimentado una profunda renovación en los últimos años merced al descubrimiento de un enorme volumen de nuevas evidencias arqueológicas, en particular campamentos militares romanos, así como hábitats indígenas y escenarios del conflicto. Estos hallazgos han venido de la mano de una renovación metodológica y conceptual en la investigación. De resultas de todo ello, nuestro conocimiento es hoy infinitamente superior de lo que lo era hace escasos años. El profesor Morillo sintetiza en este artículo las líneas principales de tal renovación.
Cántabros y astures. Los últimos hispanos frente a Roma por Jesús F. Torres-Martínez (Universidad Complutense de Madrid) y Eduardo Peralta Labrador
En este apasionante artículo se sintetizan las características principales de la sociedad astur y cántabra: su estructura social, economía, familia, mentalidad, modelos de poblamiento, ejército y formas de combate.
La guerra contra los astures por Jorge Camino Mayor (Universidad de La Rioja)
Los dos escenarios de las Guerras Astur-Cántabras, el cántabro y el astur, contaban cada uno con peculiaridades y diferencias importantes. En este artículo se analiza la estrategia romana de conquista del territorio astur, así como la ocupación del territorio y revueltas que hubo de sofocar tardíamente.
La guerra de montaña. Augusto contra los cántabros por Eduardo Peralta Labrador
La espectacular campaña de invasión del territorio de los cántabros (actual Cantabria y norte de Palencia), dirigida por el propio emperador, está jalonada de episodios sorprendentes y llamativos, en particular por las dificultades que impuso la complicada orografía de la región. Los recientes descubrimientos, merced a prospecciones de campo, obligan a replantear nuestra visión del conflicto.
El asalto a Monte Bernorio por Jesús F. Torres-Martínez y Manuel Fernández-Götz (Edinburgh University)
El poblado indígena de Monte Bernorio (Palencia), uno de los principales del territorio cántabro, fue víctima de un violento asedio romano, bien conocido merced al análisis arqueológico. En el presente artículo se describe, en tono narrativo, el desarrollo de este sorprendente episodio.
Un mundo en cambio por Ángel Villa Valdés (Museo Arqueológico de Asturias)
Tras las Guerras Astur-Cántabras y conquista romana del territorio, se abrió paso a un periodo de consolidación y romanización. En este proceso cobró especial protagonismo la minería, que supuso un catalizador de ambas cosas. En este artículo se analiza precisamente el momento inmediatamente posterior a la conquista, y los procesos consecuentes.
Las Guerras Astur-Cántabras en la propaganda augustea por David Vivó (Universitat de Girona)
Las Guerras Astur-Cántabras vinieron definidas no tanto por las necesidades estratégicas del Imperio sino, fundamentalmente, por la necesidad del emperador Augusto de dotarse de prestigio militar. En consecuencia, podemos afirmar que la guerra en su conjunto obedece a condicionantes propios de la política romana del momento.
Y además, inroduciendo el n.º 46: Wasit, la ciudad guarnición omeya en Irak por Xavier Ballestín (Universitat de Barcelona)
Durante las primeras décadas del califato Omeya la ciudad de Wasit cobró una inusitada importancia estratégica, en tanto funcionó como cuartel principal del ejército del islam, punto desde el que se lanzaban campañas militares y cuya importancia, consecuentemente, en el juego político del momento era absolutamente decisiva.
