Uso del fuego en contextos funerarios del Neolítico en Extremadura

Figura 1. Contextos con restos humanos del Neolítico al Calcolítico en las cuencas del Tajo y Guadiana, que demuestran el uso del fuego en contextos funerarios (mapa realizado por Enrique Cerrillo, publicado en Sánchez Abellán et al. 2021).

En los contextos funerarios del Neolítico el fuego parece emplearse con dos funciones quizás complementarias. La primera está relacionada con episodios de la biografía de los megalitos, como la preparación previa del terreno donde se instalan los monumentos, o relacionados con su clausura. La otra función destacable es la presencia de restos óseos sometidos a cremación parcial, una costumbre que cada vez cuenta con más evidencias en la península ibérica. En un contexto general, las cremaciones y el uso ritual del fuego han recibido poca atención, exceptuando los contextos meseteños que comentábamos. En realidad, estas prácticas ya estaban extendidas en cronologías anteriores a un Neolítico Medio-Final en distintas partes de Europa. La cremación es bien reconocible en los países nórdicos durante el Mesolítico, además de en algunos sitios británicos y de la fachada atlántica francesa. En los inicios del Neolítico su uso está atestiguado en el Mediterráneo oriental, en países como Grecia.

En los casos que comentaremos, la cremación parece haberse realizado fuera de los sepulcros, en lugares dedicados a esta actividad, y quizás con la única función de conseguir una reducción de los restos cadavéricos. En ocasiones parte de los ajuares aparecen quemados, generalmente láminas de sílex que presentan evidentes cúpulas térmicas, frente a un conjunto de ofrendas (cerámicas, puntas de proyectil, elementos de adorno personal) sin evidencia de haber sido sometidas a fuego.

Una de las dificultades que encontramos en esta línea de investigación es contar con series de dataciones radiocarbónicas que nos permitan aclarar en qué puntos de la secuencia prehistórica se iniciaron estas actividades, y sobre todo si existen elementos de continuidad y de relación entre estos comportamientos. Por ello solicitamos la ayuda de la Fundación Palarq, gracias a la cual logramos nuevas dataciones radiométricas que nos ayudan a ir comprendiendo la cronología y contexto cultural de estas prácticas funerarias.

Lacara. Uso del fuego en contextos funerarios del Neolítico en Extremadura

Figura 2. Cámara del Dolmen de Lácara, donde se ha localizado una de las mayores concentraciones de cremaciones humanas en megalitos (Fotografía de Enrique Cerrillo).

Cremaciones en contextos funerarios en la actual región de Extremadura

En Extremadura ya hemos venido documentando la cremación parcial de restos óseos humanos en distintos ambientes de cronología neolítica y calcolítica. Hasta el momento conocíamos sobre todo osarios depositados en el interior de cuevas naturales y excepcionalmente en sepulcros calcolíticos como el de La Pijotilla (Solana de los Barros). Entre las cuevas naturales contamos con los trabajos que desarrollamos hace unas décadas en la Cueva del Valle (Zalamea de la Serena) y en la Cueva de Tío Republicano (Romangordo). Los trabajos más recientes en el Dolmen de Lácara (Mérida) también sirvieron para revelar que una parte importante de los restos humanos habían sido sometidos a cremaciones parciales de distintas intensidades y que posiblemente a ello debamos la conservación de la muestra. La diversidad en la tipología de estos enterramientos sirve para corroborar que esta práctica es independiente de un contexto geográfico o de un contenedor funerario determinado, puede tratarse de una práctica ritual transversal. La escasa información que poseemos sobre este tratamiento cadavérica se debe quizás a la falta de actividad arqueológica, pero además a una deficiente conservación del registro arqueológico.

Nuevos contextos funerarios con uso de fuego: el túmulo de Las Labradas

Aunque no se han podido datar aún colecciones de todos los sitios, los resultados del proyecto nos han permitido afianzar la cronología de túmulos con evidencias de uso intensivo del fuego que investigamos junto a P. Bueno, de la Universidad de Alcalá.

Estos yacimientos se concentran junto a algunos de los sepulcros megalíticos más destacables de la cuenca interior del Tajo. El de Azután (Toledo) fue excavado por la Universidad de Alcalá, ofreciendo una rica información arqueológica sobre las comunidades neolíticas del interior peninsular y el origen de estas estructuras. No lejos de él se ubica Guadalperal (El Gordo, Cáceres), excavado por Hugo Obermaier en la década de 1920 y recientemente estudiado dentro de los trabajos de evaluación de afecciones a las que el monumento se ha sometido tras haber permanecido sumergido en el embalse de Valdecañas desde 1963. En los trabajos de Obermaier ya quedó patente que Guadalperal no era una excepción en el territorio, y que en ambas márgenes del Tajo, especialmente en la contraria, se concentraban megalitos y túmulos de menor tamaño que llegaron a constituir un núcleo compacto. El número de megalitos ha aumentado gradualmente gracias a la investigación arqueológica y, en los últimos años, además, con técnicas de detección no invasivas. Hoy en día contamos con un conjunto de diversas tipologías, patrones de ubicación y tamaños, y probablemente también de cronologías.

Uno de estos túmulos es el de Las Labradas, que excavamos gracias a la colaboración indispensable del Ayuntamiento de Bohonal de Ibor, que financió las campañas realizadas en 2021 y 2023, que aún han de continuar para documentar los espacios aledaños al túmulo. En este término municipal y en sus inmediaciones se han podido reconocer otros sepulcros, aparentemente también carentes de una estructura megalítica en su interior. Las Labradas constituye una pequeña elevación artificial de unos 15 metros de diámetro que cubría una fosa excavada en el terreno que actuó como contenedor funerario. La fosa y su terreno circundante presentan una intensa actividad de quema, realizada antes de que fuera techada y cubierta por el túmulo. Pese a una leve alteración realizada en la parte superior del túmulo en época altomedieval, el túmulo se encontraba intacto en el momento de su excavación. Como es habitual en la zona occidental de la península, no se han conservado restos óseos que nos permitan conocer el número de individuos inhumados y la estructura de su población. Solo hemos podido identificar algunos geométricos, puntas de proyectil, que habrían sido depositados como ajuar y que no presentaban ningún tipo de evidencia de alteración térmica. La tipología de estos materiales es coherente con las dataciones que nos han proporcionado los análisis realizados: un momento avanzado del Neolítico, ya en el IV milenio cal BC. El interés de estas dataciones reside en que ahora podemos reconocer que las grandes arquitecturas de la región, como Guadalperal o Azután, estaban activas al tiempo que se construían estas pequeñas estructuras. Además, podemos atestiguar que el uso del fuego constituía una parte de la actividad ritual realizada en torno al hecho funerario en estos sitios.

Uso del fuego en contextos funerarios del Neolítico en Extremadura

Figura 5. Aspecto general del túmulo de Las Labradas antes de la excavación de la fosa (Fotografía: Antonio González Cordero).

Mientras tanto en la península ibérica conocemos evidencias consistentes de uso del fuego en contextos funerarios más tardíamente, en la transición entre el V y el IV milenio cal BC, justo en el momento de mayor apogeo de la construcción de megalitos No podemos precisar qué grado de innovación hay en la generalización de esta práctica, pero sí podemos hipotetizar con una extensión amplia a lo largo del interior peninsular, lo que posiblemente pueda ponerse en relación con la consolidación de rituales funerarios de estas poblaciones neolíticas. No obstante, y pese a los vacíos de información que aún persisten en el registro arqueológico, en el caso de la cremación sabemos de una importante generalización de su uso durante el Calcolítico. En estos casos, salvo alguna excepción, parece realizarse fuera de los sepulcros y tener como objetivo una reducción cadavérica ampliamente extendida tanto en contextos megalíticos como cuevas naturales. En ocasiones se han interpretado los osarios como un único cuerpo material en el que se diluyen las identidades individuales a favor de una identidad “ancestral” y grupal. Posiblemente, en este contexto, la reducción de restos esqueléticos por cremación adquiera un significado especial. El objetivo a largo plazo es comprender de forma específica cómo estos rituales arraigaron entre las comunidades neolíticas y se transformaron y estandarizaron a lo largo de momentos posteriores de la secuencia.

Bibliografía

  • Bueno, P., Behrmann, R. B., & Barroso, R. (2005). El dolmen de Azután (Toledo): áreas de habitación y áreas funerarias en la cuenca interior del Tajo (Vol. 2). Universidad de Alcalá.
  • Cerrillo‐Cuenca, E., de Sanjosé Blasco, J. J., Belinchón, R. C., Bueno‐Ramírez, P., Cordero, A. G., & Pérez‐Álvarez, J. A. (2024). Surveying and monitoring submerged archaeological sites in inland waters through a multiproxy strategy: The case of Dolmen de Guadalperal and other sites from Valdecañas reservoir (Spain). Archaeological Prospection, 31(1), 53-69.
  • Cerrillo Cuenca, E., Cazorla Martín, R., Celestino Pérez, S., Salas Tovar, E., (2013). Comunidades prehistóricas y sepulcros colectivos en cueva en la cuenca del Guadiana. A propósito de los materiales de la Cueva del Valle (Zalamea de la Serena, Badajoz). In: Jiménez Ávila, J., Bustamante Álvarez, M., García Cabezas, M. (Eds.), VI Encuentro de Arqueología Del Suroeste Peninsular. Ayuntamiento de Villafranca de Los Barros, Villafranca de Los Barros, pp. 232–259.
  • Cerrillo Cuenca, E., González Cordero, A. (2007). Cuevas para la eternidad: sepulcros prehistóricos de la provincia de Cáceres. Ataecina 3. Ed. Asamblea de Extremadura. Mérida.
  • Cerrillo-Cuenca, E., & González-Cordero, A. (2014). Collective burial caves in Spanish Extremadura: chronology, landscapes and identities. Rendering death: ideological and archaeological narratives from recent Prehistory (Iberia). Oxford: Archaeopress, 77-89.
  • Leisner G, Leisner V. (1960). El Guadalperal. Madrider Mitteilungen;1:20–73
  • Sánchez-Abellán, D., Cerrillo-Cuenca, E., Rodríguez, F. B., & Gallardo, A. P. (2021). Cremated human remains and Iberian megaliths. An analysis from the passage grave of Dolmen de Lácara (Mérida, Spain). Journal of Archaeological Science: Reports, 39, 103192.

Fundación Palarq

Etiquetas: , , ,

Productos relacionados

Artículos relacionados

Contenido patrocinado

El registro funerario de El Argar (Antas, Almería). Nuevas perspectivas bioarqueológicas en cronología, dieta y movilidad

El yacimiento de El Argar (Antas, Almería), con más de 1000 sepulturas documentadas, es uno de los más destacados de la Edad del Bronce en Europa. El elevado número de sepulturas ha sido estudiado desde que se dieran a conocer a finales del siglo XIX, revelando aspectos clave sobre la vida y organización social de estas poblaciones. Sin embargo, aún quedan muchas incógnitas. En las últimas décadas, técnicas bioarqueológicas innovadoras han aportado nuevas perspectivas sobre cronología, dieta y movilidad en estas... (Leer más)
Contenido patrocinado

El asedio romano al Cerro Castarreño. Reconstruyendo un episodio bélico desconocido de la conquista romana de Iberia

En las últimas décadas, la arqueología ha avanzado enormemente en el conocimiento de la expansión del estado romano en el norte de la península ibérica. El incesante goteo de nuevas... (Leer más)