El registro funerario de El Argar (Antas, Almería), con más de 1,000 sepulturas documentadas, constituye uno de los conjuntos arqueológicos más extraordinarios de la Edad del Bronce en Europa. Este número inusualmente elevado, junto con la diversidad y riqueza de los ajuares funerarios hallados, ha sido objeto de análisis arqueológicos desde finales del siglo XIX. A lo largo de los años, se ha avanzado en múltiples aspectos de la vida y organización social de las poblaciones argáricas. A pesar de los avances alcanzados, aún persisten numerosas incógnitas sobre las comunidades de El Argar. En las últimas décadas, la incorporación de técnicas bioarqueológicas ha transformado el estudio de estos contextos funerarios, proporcionando nuevas perspectivas sobre cuestiones fundamentales como la cronología, la dieta y la movilidad de estas poblaciones.
El proyecto «Cronología y Paleodieta en las Poblaciones del Yacimiento de El Argar» se centra en el análisis isotópico para profundizar en estos aspectos. De manera general, se pretende responder a preguntas clave sobre patrones de movilidad de las personas, su lugar de origen, los alimentos que componían su dieta, y especialmente, si estos valores reflejan diferencias en la organización social. Con el aumento de los datos disponibles y el perfeccionamiento de las técnicas analíticas, se ha logrado un notable progreso en la precisión cronológica y en la comprensión de los patrones de movilidad y consumo alimentario en estas sociedades de la Edad del Bronce.
El impacto de los análisis isotópicos en la bioarqueología
El análisis isotópico de restos óseos y dentales ha revolucionado la comprensión de los hábitos alimenticios y la movilidad geográfica de las sociedades prehistóricas. A través del estudio de isótopos estables, como el carbono y el nitrógeno, que se extraen del colágeno en huesos y dientes, se han podido reconstruir patrones dietéticos con notable precisión. Estos isótopos proporcionan información sobre los tipos de alimentos consumidos, permitiendo diferenciar dietas basadas en productos vegetales, animales o incluso recursos marinos, y además ofrecen una ventana indirecta hacia el entorno ecológico en el que vivieron estas poblaciones.
Por otro lado, los isótopos de estroncio y oxígeno presentes en el esmalte dental son esenciales para el estudio de la movilidad geográfica. El esmalte se forma durante la infancia y no se regenera, por lo que los elementos químicos atrapados en él proporcionan una «firma» geológica del lugar de origen de una persona. Esto permite a los investigadores determinar si un individuo nació y creció en la misma región donde fue enterrado o si procedía de otra área. Al comparar las composiciones isotópicas entre dientes con diferentes tiempos de mineralización (por ejemplo, el primer y segundo molar) podemos reconstruir las biografías de las poblaciones argaricas, conociendo de forma detallada los patrones de movilidad residencial a nivel individual.
La dieta de las poblaciones argáricas
Uno de los campos más fructíferos en la investigación bioarqueológica de El Argar ha sido el estudio de la dieta de sus habitantes. Los análisis isotópicos de carbono y nitrógeno han permitido reconstruir los patrones de consumo alimentario de esta cultura con un grado de detalle que no había sido posible hasta ahora. Uno de los aspectos más interesantes en este campo es la relación entre la dieta y el estatus social, es decir, si el acceso a algunos alimentos estaba restringido para ciertos grupos sociales.
Sin embargo, los análisis isotópicos han revelado que las diferencias en los ajuares funerarios no siempre se correlacionan con variaciones en los hábitos alimenticios. La mayoría de la población argárica parece haber mantenido una dieta relativamente homogénea, independientemente de su estatus social. En cuanto a las diferencias de género, los estudios isotópicos no han mostrado variaciones significativas en la dieta entre hombres y mujeres. Ambos sexos consumían alimentos similares, lo que indica que el acceso a los recursos alimentarios no estaba estrictamente regulado por cuestiones de género.
La principal diferencia observada en los Individuos no-adultos en periodo de lactancia que presentan niveles más elevados de nitrógeno, reflejando una dieta rica en proteínas debido a la alimentación materna. Siendo posible conocer los patrones de destete en las poblaciones argaricas y su evolución en un sentido diacronico en El Argar y del papel que desempeñaban los niños en esta sociedad.
Movilidad y estructuras sociales
El análisis de la movilidad geográfica resulta otro parámetro clave para los estudios bioarqueologicos de las poblaciones argaricas. Los estudios de isótopos de estroncio y oxígeno han permitido rastrear los movimientos de los individuos y determinar si nacieron en la región donde fueron enterrados o si migraron desde otras áreas. El estroncio, un elemento presente en los suelos y incorporado a la porción mineral de dientes y huesos a través de la ingesta de plantas y animales por las plantas y los animales, permite identificar el origen geológico de un individuo a través del análisis del esmalte dental.
Se ha llevado a cabo un análisis isotópico de sepulturas de El Argar, así como de los yacimientos próximos de Fuente Álamo y El Oficio, ambos en Cuevas de Almanzora. Los resultados de los análisis isotópicos de estroncio revelan grupos de población bien definidos y diferenciados entre los distintos sitios arqueológicos, en los que la mayoría de los individuos comparten valores isotópicos similares. Sin embargo, se identifican algunos individuos como valores atípicos, lo cual sugiere que su lugar de origen era diferente al del sitio en el que fueron inhumados. Resulta especialmente significativo que, aunque por el momento el número de individuos no locales es reducido, la mayoría de ellos sean mujeres.
Destaca el hecho de que varias de estas mujeres no locales fueron enterradas en tumbas dobles junto a otro individuo que presenta una firma isotópica autóctona. En estos casos, las mujeres fueron sepultadas junto a un hombre o junto a un segundo individuo cuyo sexo no se ha podido determinar debido al estado de preservación de los restos óseos. Estos hallazgos sugieren una interpretación diferencial en relación al sexo de los valores atípicos, posiblemente apuntando a prácticas de movilidad femenina.
Cronología y prácticas funerarias en El Argar
Establecer cronologías absolutas para los individuos enterrados en El Argar ha sido fundamental para comprender la evolución de las costumbres funerarias en esta cultura. La datación por radiocarbono (14C) ha permitido reconstruir una secuencia temporal precisa, lo que ha revelado un complejo desarrollo en las prácticas funerarias. Por ejemplo, se ha observado una transición en las formas arquitectónicas de las sepulturas, desde las primeras covachas funerarias hacia cistas y urnas, que aparecen a principios del segundo milenio a.C. Además, la relación entre los ajuares funerarios y la cronología ha sido crucial para comprender la estructura social de la época. Las armas, como alabardas y espadas cortas, eran frecuentes en las tumbas masculinas de alto estatus durante las primeras etapas de El Argar, pero hacia el 1750 a.C., estos objetos fueron reemplazados por diademas en las tumbas femeninas de élite y por espadas largas en las tumbas masculinas. Estos cambios no solo reflejan transformaciones en la organización social, sino también un cambio en las formas de ritualización funeraria a lo largo del tiempo. En este contexto, resulta interesante comparar dichos cambios en los rituales funerarios con las variables de dieta y movilidad para determinar si existe una correlación entre los cambios en las prácticas funerarias y los patrones de movilidad.
Nuevas perspectivas en la investigación de El Argar
El análisis bioarqueológico del registro funerario de El Argar ha proporcionado una comprensión más profunda no solo de la dieta, la movilidad y la cronología de sus poblaciones, sino también de las estructuras sociales y económicas de esta cultura. Los estudios isotópicos han revelado una sorprendente heterogeneidad en la dieta, lo que contrasta con la clara diferenciación social reflejada en los ajuares funerarios. Este hallazgo plantea preguntas importantes sobre cómo se distribuían los recursos alimentarios en la sociedad argárica y sugiere que, a pesar de las diferencias en el acceso a bienes materiales, la alimentación podría haber estado más equitativamente repartida entre la población.
A medida que se desarrollan nuevas técnicas y se acumulan más datos, la investigación en El Argar sigue ofreciendo respuestas a antiguas preguntas, al mismo tiempo que plantea nuevas incógnitas sobre la vida y la muerte en este grupo cultural de la Edad del Bronce. Actualmente, el proyecto «Cronología y Paleodieta en las Poblaciones del Yacimiento de El Argar» está llevando a cabo un análisis isotópico sobre más de cien sepulturas analizadas en los yacimientos de El Argar, El Oficio y Fuente Álamo. Con este creciente cuerpo de datos, se espera comprender mejor su organización social y su relación con el entorno natural. Los resultados alcanzados en esta investigación se compararán entre sí, los datos de movilidad y dieta se cotejarán con sus respectivas dataciones de 14C, paleodemografía y las diversas variables del registro funerario, examinando la relación entre la firma isotópica y los diferentes ajuares funerarios, así como las características de los enterramientos. Además, se incrementará significativamente la muestra y se incorporarán otros sitios arqueológicos al estudio.
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