María Rosa de Madariaga Álvarez-Prida, historiadora excepcional nacida el 9 de febrero de 1937, en un Madrid en plena guerra, cuya infancia y juventud transcurrieron mientras España aún mantenía su protectorado en Marruecos, justo el tema que acabaría acaparando su labor histórica. Formada en el Liceo Francés de Madrid y licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense en 1960, dedicó su vida a la cultura. Siguió cursos en Brujas, enseño en la Universidad de Londres, fundó la Editorial Ciencia Nueva y, en 1966, solicitó una beca del Gobierno francés para seguir con sus estudios de Postdoctorado en la Universidad de la Sorbona, donde conoció al prestigioso hispanista Pierre Vilar. Mientras preparaba su tesis doctoral obtuvo un diploma de árabe en el Instituto de Lenguas y Civilizaciones Orientales de la Universidad Paris III en 1973, y posteriormente, en el mismo centro, un diploma superior en Lengua y Civilización árabe. Sin dejar nunca de formarse e investigar, se dedicó a enseñar Lengua y Civilización española en la Universidad París IV y trabajó para la UNESCO y otras organizaciones internacionales como traductora. En 1988 presentó su tesis doctoral en Historia sobre las relaciones hispano-marroquíes y la Guerra del Rif, convirtiéndose en la persona de referencia sobre un tema hasta entonces inédito pero que cuenta hoy con numerosos aficionados, aunque todavía son escasos los investigadores de calado. Obras como España y el Rif. Crónica de una historia olvidada (1999, basada en su tesis), En el barranco del Lobo. Las guerras de Marruecos (2005) o Abd el-Krim el Jatabi. La lucha por la independencia (2009), dan fe de ello y han sido cruciales para entender este complejo periodo de nuestra historia y la del país vecino. Complementando estas obras y ampliando el espectro de su investigación, también nos ha dejado libros como Los moros que trajo Franco. La intervención de tropas coloniales en la guerra (2002) y Marruecos, ese gran desconocido. Breve historia del Protectorado español (2013). Además, participó en numerosos documentales y escribió gran cantidad de artículos y capítulos de obras colectivas. Los que tuvimos la suerte de trabajar con ella, editar sus textos para Desperta Ferro Contemporánea o el capítulo incluido en la obra colectiva A cien años de Annual. La Guerra de Marruecos, no solo recordaremos sus maravillosos conocimientos, sino también su honestidad y su amabilidad. María Rosa de Madariaga escribía sobre guerras sin hacer sonar los tambores, explicando y comprendiendo a unos y otros, denunciando las brutalidades sin odios y evitando los tópicos y las comparaciones. Siempre fue fácil trabajar e instructivo con ella. Hoy, pera al dolor de la pérdida nos queda el consuelo que ofrece su obra. Descanse en paz.
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