Es precisamente en la necrópolis de Oxirrinco, y más concretamente en una de sus zonas más importantes, la Necrópolis Alta, donde se han centrado las intervenciones arqueológicas de la campaña desarrollada entre el 14 de febrero y el 14 de marzo de 2020, en la que ha participado un equipo de trece especialistas. Y afortunadamente ha sido una campaña fructífera en cuanto a hallazgos arqueológicos, lo que nos permitirá tener un mejor conocimiento no solo de las estructuras arquitectónicas, sino también de los diferentes rituales funerarios desde la época saíta hasta el periodo cristiano-bizantino.
En esta campaña se ha intervenido en tres de los sectores. En el Sector 24 se ha continuado trabajando en el edificio basilical de época cristiana, descubierto hace unos años, para definir su tamaño real en el eje E-W. Entre el material arqueológico recuperado hay que destacar una gran cantidad de capiteles, fustes y basas de columnas, así como numerosos bloques de piedra con una rica decoración geométrica, vegetal y zoomorfa, pertenecientes a dicho edificio, una estela funeraria y un papiro, ambos con una inscripción en griego (fig.1).
En el Sector 2D, se ha intervenido en la Tumba 12 de época romana, hallada también hace unos años. En ella se han localizado diversos individuos momificados, vendados, y en algunos casos con restos de cartonaje polícromo en color rojo y negro sobre fondo blanco.
Mientras que en el Sector 36, abierto en la campaña de 2019, se han hallado ocho nuevas tumbas, seis de ellas de época saíto-persa (T. 41, 43-47) (fig. 2) y dos ptolemaico-romanas (42 y 48), y se ha terminado de excavar la Tumba 40. Todas están construidas con bloques de piedra caliza blanca, más grandes los del primer periodo que los del segundo. Las primeras tienen solo una cámara funeraria, el techo es de losas planas o inclinadas, dos estaban selladas, y cuatro tenían un individuo momificado en su interior. Entre el material localizado hay que destacar numerosas cuentas y canutillos de fayenza pertenecientes a mallas, y más de 20 ushebtis del mismo material. Por vez primera tres de ellas han aparecido bajo el suelo de las tumbas ptolemaico-romanas.
En las capas superiores que cubrían estas tumbas se han hallado diversos individuos de época cristiano-bizantina (reutilización), uno de ellos con arracadas y una cruz. En el interior de estas, veintitrés individuos momificados de época romana con vendajes con decoración geométrica, uno de ellos cubierto con una máscara-yelmo polícroma, y otro con un cartonaje con escenas egipcias y epigrafía griega (fig. 3). Entre las vendas de alguno de ellos había sellos de limo con decoración de divinidades egipcias (fig. 4).
También se ha trabajado en la Casa Funeraria n.º 3 (H.7 y 8), construidas con ladrillos de adobe cuyas paredes conservaban restos de pintura. En la H. 7 se han hallado dos silos, uno de ellos con numerosos de recipientes cerámicos, y un recorte en el suelo donde se localizaron tres de las tumbas saíto-persas.
Por último, se han realizado estudios antropológicos de los individuos exhumados, así como tareas de consolidación de las pinturas murales del Sector 24, y de los objetos recuperados.
Esta campaña se ha podido llevar a cabo gracias a la ayuda de las siguientes instituciones: Ministerio de Cultura y Deporte, Universidad de Barcelona-IPOA, Université Paul Valéry. Montpellier 3, Fundación Palarq y Societat Catalana d’Egiptologia, con la colaboración del Servicio de Antigüedades egipcias y la Universidad de El Cairo.
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