A lo largo del tiempo, los ejércitos han usado una amplia gama de colores y distintivos para señalar a los mandos su situación ante el enemigo. Durante los días 18 y 19 de julio de 1808, Bailén no fue ninguna excepción. El ejército francés del general Pierre-Antoine Dupont combatió ferozmente bajo el asfixiante calor, cuyo sofoco aumentaba bajo sus coloridos uniformes de lana, lino y cáñamo.
El ejército de Napoleón se batió en Bailén mostrando sus hermosos uniformes, como la Guardia de París, de la división del general Barbou, perfectamente uniformados en rojo y verde, que a su vez resaltaban por su gorro de piel de oso, el famoso bearskin. En la división de Vedel, destacaban los Marinos de la Guardia Imperial que mostraban su bravura con el azul bleu impérial y sus distintivos aurore de la Guardia, además de su imponente shakó o schakó, palabra de origen húngaro usada para denominar la prenda de cuero y fieltro que portaban en la cabeza. Y cómo no mencionar a los hombres del tercer y cuarto regimiento suizo que, conformando más de 1400 soldados bajo las órdenes de Poinsot y Chabert, marchaban formados con sus característicos uniformes rojos con solapas azules, en el caso del 4.º Regimiento, y negras en el caso del 3.er Regimiento. Con estas casacas rojas la moral durante el combate era mucho mayor: de este modo no resaltaba la sangre de sus heridas.
La identificación de la unidad y su uniforme en el ejército francés se basaba en un complejo, pero lógico, sistema compuesto de plumas, pompones, placas, cordones, galones, parches y colores realmente variados. Estos podían indicar tipo de unidad, compañía, batallón, regimiento y rango. Por ejemplo, si en la batalla de Bailén hubiéramos querido localizar a la primera compañía de un regimiento de infantería buscaríamos sus pompones verdes, si queríamos buscar la segunda acudiríamos al color azul, si buscáramos la tercera sería aurora y si buscáramos la cuarta sería el lila. Además, los colores representaban especialidades en la unidad: el rojo solía ser portado por carabineros a pie y caballo, coraceros, artilleros, granaderos y tiradores.
El color amarillo o el verde eran usados y combinados por infantes ligeros, voltigeurs, dragones a pie o a caballo y cazadores a caballo de línea. En Bailén destacaron varios regimientos de dragones como el 22, que lograron la captura de un estandarte enemigo. Usaban un sistema de plumas similar que en caso de emergencia sustituían por crin de caballo. Su pluma era verde y rojo escarlata, el uso del verde o el rojo en la Grande Armée señalaba a tiradores, cazadores a pie y a caballo, cazadores de la Guardia Imperial o dragones del regimiento 1.º al 6.º. Del regimiento 7.º al 30.º las combinaciones eran las siguientes: cramoisi y verde, rosa y verde, jonquille y verde y por último aurore y verde.
Desde más allá del tiempo, Bailén nos trae la imagen de un apasionante campo de batalla en color.
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