Algunos de los temas que más me han interesado son el de los tercios españoles y la historia de la conquista y colonización de Iberoamérica, por esto me llamó mucho la atención la existencia de un ejército oficial español en la conquista. Esto debido a que las expediciones de conquista solían ser realizadas mediante un contrato entre el rey y los conquistadores. Los conquistadores aportaban todos los medios materiales y humanos, y el rey se comprometía a garantizarles privilegios que se basarán en la encomienda. En Chile la conquista comenzó del mismo modo, pero la resistencia del pueblo mapuche obligó a la corona española a intervenir directamente en la conquista, mandando a Chile a Alonso de Ribera, un veterano maestre de campo de los tercios en Flandes, y concediendo luego la creación de un Tercio.
Lo escrito en Chile sobre este tema se ajusta mucho a la historia oficial, en que se destacan valores nacionales, y esta historia es la más difundida entre la gente. Estas corrientes nacionalistas fueron importantes durante las dictaduras, y aunque viejas, estas ideas todavía se mantienen. Por otra parte también está cobrando mucha importancia en la actualidad el conflicto mapuche, tanto en Chile como Argentina, lo que también puede añadir valoraciones nacionalistas a la historia de este pueblo. Todo esto ha causado una gran cantidad de mitos sobre la Historia de Chile, distorsionando la realidad al reducir todo a dos puntos de vista opuestos, el del español-criollo-chileno y el del mapuche.
He de destacar que el Tercio de Arauco ha sido un elemento fundamental en la construcción de Chile como sociedad, puesto que ayudó a la organización social, institucional, económica y a la riqueza étnica. No es solo historia militar, como la han tomado algunos, sino que es historia total, por la importancia del desarrollo de la guerra en la vida de la sociedad, tanto española como mapuche.
Después estas consideraciones tan generales, intentaré centrarme en lo que de verdad me ha llamado la atención, la pregunta clave: ¿por qué fue necesario la presencia de un tercio en tan lejano territorio? La respuesta fácil: por los mapuches. Pero ¿quiénes eran estos? y ¿fueron ellos el único factor?
El Flandes indiano
Para entender esta historia hay que manejar unas fechas claves. La primera etapa de conquista con Pedro de Valdivia (1540-1553). La segunda etapa se desarrolla entre 1553 y la rebelión general de 1598. Luego una tercera entre 1603 y la rebelión general de 1655. Y por último entre 1667 y 1700. Esta división se basa en torno a los ejes de las rebeliones generales y las paces siguientes. Se puede resumir que cada periodo comprende un avance español hacia el sur, estabilizándose cerca de la ciudad de Concepción, y luego un revés mapuche, en el cual llegan a amenazar Santiago.
En la primera etapa cabe destacar que los españoles llegan a Santiago y se encuentran con un territorio en disputa entre los incas y los picunches (una de las ramas del pueblo mapuche). Después de someter a estos grupos, los picunches serán los principales aliados de los españoles. Por lo que vemos una vez más que los españoles no fueron los únicos protagonistas de la Conquista, aunque hayan sido el factor director, lo que destruye el mito de guerra racista, en la que los españoles realizarían un genocidio.
Los incas habían conseguido dominar territorio picunche, pero este imperio fracasó al luchar con los mapuches del centro, los que los españoles llamaron araucanos (luego aplicarán este nombre a toda tribu mapuches que sea aguerrida). Se destacan los araucanos como pueblo guerrero, pero tal vez se ha exagerado su valor de combate por Alonso de Ercilla. Este atribuye el valor de épica a la conquista de Chile, por la belicosidad de los araucanos. Tal vez estos destacan más por saber utilizar el terreno, que por sus habilidades de combate personal.
Otra cosa curiosa se puede destacar de la forma de guerrear araucana: que aprenden a luchar de los españoles. Lautaro, que fue paje de Pedro de Valdivia, se escapó y enseñó a los araucanos a montar caballo. De esta forma Lautaro fue nombrado cacique y casi llega a destruir Santiago.
En este primer periodo también cabe destacar las intenciones de la conquista. Pedro de Valdivia buscaba fama y no riquezas, puesto que se creía que no las había, tras el fracaso anterior de Diego de Almagro. Valdivia busca crear una red de puertos para asegurar la ruta marítima a Europa, por lo que su otro objetivo era asegurar un territorio con alto valor logístico y estratégico. Luego se descubren algunas minas de oro y se valora un poco más como fuente de riquezas, y con las guerras predominará la venta de esclavos.
En el segundo periodo, los españoles recuperan poco a poco los territorios al sur del río Biobío, hasta cultivar tierras y asentarse. Las guerras las dirigía el gobernador y sus tropas eran los pocos aventureros que todavía llegaban, los encomenderos, villanos y aliados mapuches. Todo se ralentiza y tranquiliza, parece que reina la calma, pero en las sombras las tribus araucanas se preparan para una rebelión general, para expulsar definitivamente a los invasores.
En este periodo los araucanos aprenden y copian las tácticas militares de los españoles. Son capaces de movilizarse en cuadros, de forma ordenada, transmitiendo órdenes con sonidos, y destacan en la utilización de picas y arcabuces, como los tercios. Tal vez este sea el factor principal que haya convertido a los mapuches en los indios más aguerridos en el campo de batalla.
En la guerra en general, lo que realmente destaca para comprender la resistencia de los araucanos es su organización social y su cosmovisión guerrera. Su sociedad es tribal, más igualitaria e individualista que los indios de las altas culturas (mixtecas, mayas e incas) dividida en pueblos mandadas por un lonco, a modo de pater familias. Pero en periodo de guerra, su sociedad se vuelve estrictamente jerarquizada, los loncos eligen a un cacique que dirige la guerra, y predomina una sociedad guerrera, en la que destacan los weichafes o guerreros sagrados, y los conas, o guerreros profesionales. Esta alta movilidad social permitió a los araucanos adaptarse a cualquier escenario de lucha, en la que si algún jefe moría, siempre había otro para tomar su lugar. De esta manera, los españoles no podían utilizar a los nobles indígenas para dominar a los rebeldes, pues simplemente se elegían a otros loncos. La única manera de mantener algunos periodos de paz, fue en los parlamentos en que se reunía la mayor cantidad de loncos.
El Tercio de Arauco
El año 1598 fue dramático para los españoles, puesto que su gobernador murió emboscado en Curalaba. Inmediatamente todos los fuertes fueron asediados y quemados, resistiendo Concepción y Valdivia. El avance mapuche volvió a amenazar Santiago. Frente a esta situación, de alrededor de mil españoles sitiados, el virrey de Perú envía un nuevo gobernador con mil españoles más, y el rey envía en 1601 a un nuevo gobernador, Alonso de Ribera, que era maestre de campo de tercio entrenado en las guerras de Flandes.
Alonso de Ribera logra calmar la situación, pero comprende lo arriesgado de la situación, puesto que los hombres con los que cuenta no son soldados, y las fortificaciones son meras empalizadas. Por lo que manda carta al rey pidiéndole dinero para crear un tercio. Este llega en 1603 con una Cédula Real, y mil voluntarios llegados desde la península. Desde entonces se paga al tercio con el Real Situado, proveniente de las arcas del Virreinato del Perú. Se creaba este ejército con carácter temporal, pero luego se verá la necesidad de más dinero y de un ejército de carácter permanente.
Alonso de Ribera entrena a sus soldados como tercios, organiza los grados, pero sobre todo, crea una estrategia que conseguirá derrotar a los araucanos. Organiza el territorio en torno a una línea de fortalezas en el Biobío, y una compleja red de suministros. Pero los mapuches, ya cansados cambiarán de estrategia, optarán por los ataques fugaces, las malocas, que entrarán en territorio español hasta llegar a Santiago en sus cabalgatas. De esta forma abandonan las batallas en campo abierto, aunque mantienen asedios de vez en cuando.
Este modelo de guerra será el predominante, y condicionará a la sociedad española, que verá en esta guerra una forma de mantener la economía y subir en la escala social. Por lo que serán los españoles mismos los más interesados en mantener la guerra. Los mapuches no resisten como una nación, resisten algunas tribus específicas que se ven afectadas. Solo en algunas ocasiones se levantarán en rebeliones generales, y aún así había tribus mapuches que peleaban junto a los españoles. De esta forma rompemos con el mito de los mapuches como pueblo en constante rebelión.
Aunque queden muchos temas en el aire, debemos concluir que la existencia del Tercio de Arauco se debe a muchas razones, siendo la protección contra los mapuches solo una de ellas. El Tercio de Arauco servía como base económica de Chile, como medio de ascenso social, como forma de controlar el territorio frente los ataques de corsarios. La relación con los mapuches no fue necesariamente bélica, y esto lo prueban los parlamentos, en los que una de sus cláusulas permitía el paso libre a los misioneros jesuitas. Vemos, entonces, que el Tercio de Arauco es el eje de las relaciones entre la “República de Indios”, y la “República de españoles”, que se transformará luego en la República de Chile.
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Webgrafía:
- Arauco Chihuailaf, «La prolongada Guerra de Arauco: ¿un mito plurisecular?», Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM [En línea], 19 | 2010, Publicado el 06 enero 2011, consultado el 21 febrero 2019. URL : http://journals.openedition.org/alhim/3421 : (*Esta revista destaca por su completa bibliografía.)
En torno al tema del Flandes Indiano y lo acontecido en estas tierras en tiempos coloniales, sugiero al investigador ahondar un poco en las relaciones entre las Gobernaciones de Chile y de Chiloé, y de estas con el Virreinato, así como la particular situación de los «reyunos» de Calbuco, por oposición a los «encomendados» del resto del archipiélago.
La larga fidelidad de los chilotes a España da para otra historia…aún cuando al Rey le haya importado un bledo.
Saludos y éxito.