Esta breve exposición debe mucho a una de nuestras estudiantes de doctorado de Historia, Fleur de Casabianca, que defendió una tesis doctoral acerca del héroe de Abukir, Luce de Casabianca de Vescovato (1762-1798), caído a bordo a la edad de treinta y seis años en compañía de su hijo Giocante, que “saltó por los aires” a la edad de once años. Casabianca es un personaje sobre el cual historiadores y estudiantes disfrutan trabajar, pues su nombre es bien conocido.
Seis buques de la marina francesa han llevado el nombre Casabianca desde 1798: un djerme utilizado en el Nilo de 1798 a 1801, un aviso botado en Lorient bajo Napoleón III en 1859 y en uso hasta 1877, un torpedero botado en 1895 en Burdeos que explosionó en junio de 1915 mientras colocaba minas delante de Esmirna durante la expedición de los Dardanelos y un célebre submarino que escapó del hundimiento de la flota francesa en Tolón en noviembre de 1942 y que destacó en las costas de Córcega entre 1942 y 1943 bajo el mando de Jean L’Herminier. Dicho buque había sido botado en 1935 en presencia del consejero de Estado Casabianca con el nombre Casablanca en recuerdo del desembarco de 1907 en Marruecos, pero tomó el nombre del célebre marino por intervención del ministro de Marina Pietri, antiguo diputado corso. Fue dado de baja en 1952. El nombre Casabianca lo llevó también un destructor de escolta botado en Burdeos en 1954, reconstruido en 1970 y dado de baja en 1984.
El tercer submarino nuclear de ataque (SNA 72) botado en Cherburgo en 1981 está decorado con las armas de Luce: “escudo partido; a la izquierda, campo de gules con una torre plateada y coronada por una garita, con un ciprés de oro a la diestra; a la derecha, un campo dorado con un pino en sinople coronado por una paloma plateada”. El escudo viene estampado con una corona condal y sostenido por dos leones, y tiene por divisa: “In bello leones, in pace colombae” (“leones en la guerra; palomas en la paz”). La torre plateada hace referencia a la “casa blanca” de la familia.
El nombre Casabianca también es bien conocido en la literatura por las memorias del comandante L’Herminier, publicadas con el título Casabianca. Mucho antes que L’Herminier, no obstante, el imaginario romántico se nutrió de la doble muerte de Luce y Giocante. Alfred de Vigny habla de Giocante en su obra Servitude et grandeur militaires (volumen III): “no me gusta que lleven a sus hijos; solo se lo permití a Casabianca y me equivoqué”. Lamartine, en su Vie des grands hommes (Les hommes de la Révolution, Paris, 1865, capítulo IV, p. 351) consagró una oda a Luce y Giocante Casabianca. En Inglaterra, la poetisa Felicia Dorothea Hemans compuso, hacia 1875, varios versos en recuerdo de Casabianca –poema que todavía hoy se aprende en las escuelas–.
Recuerdan a Casabianca, además, multitud de grabados naif relacionados con la tragedia de Abukir, tanto en Francia como en Inglaterra. Su odisea incluso ha dado lugar a una película: La prodigieuse aventure du sous-marin fantôme Casabianca (1951), producida por la sociedad Croix du Sud, dirigida por Georges Péclet y en la que Jean Villars encarna al héroe. Y todo ello sin olvidar las plazas y calles que llevan de buena gana el nombre Casabianca, tanto en Córcega como en el continente. La residencia de mis ancestros Franceschi en Bastia, por ejemplo, se encuentra en el n.º 7 de la avenida Luce de Casabianca, antigua Route du Cap.
Las raíces familiares de los Casabianca (1440-1771)
Los Casabianca constituyen una familia histórica de Córcega. Algunos autores les atribuyen orígenes carolingios, mientras que el Nobiliaire de l’Andalousie hace ancestro de los Casabianca al conde Bianco, primogénito de Ugo Colonna, que vivió en torno el año 800. Giovanni della Grossa (1388-1461) no remonta su genealogía más allá del siglo XIII, momento en el que vivió el primer Casabianca: Santuculo della Cappanulli, que, hacia 1220-1240, hizo construir la torre della Casabianca cerca de Ampugnani, en la región de Castagniccia. El primer antepasado conocido de Luce es más reciente. Se trata de Rinuccio della Casabianca, contemporáneo en 1444 de Vincentello II de Istria y del canónigo della Casabianca, y que fue ennoblecido por el rey Alfonso de Aragón en 1456.
Tuvo dos hijos, Pietro (fundador de los Casabianca de Venzolasca) y Nicroso (afincado en Vescovato). En el seno de esta familia predominaban –como en todas las estirpes corsas con cierto poder–, los hombres de guerra, jefes de luchas fratricidas como Teramo della Casabianca (capitán de la región de Commun en 1468), y también mercenarios de cierta importancia al servicio de las grandes potencias europeas: Guglielmo della Casabianca, jefe de las bandas de Nápoles en 1495, o Giocante della Casabianca, comandante de la plaza de Savona en 1522, durante la juventud del condotiero Sampiero Corso. No puede decirse que ninguno de ellos fuese leal y patriótico: Luzio della Casabianca, contemporáneo de Sampiero, cambió de bando en diecisiete ocasiones.
El héroe de Abukir procedía de la rama de los Casabianca de Vescovato. Conocemos a su ancestro Giocante, que contrajo nupcias con una Ceccaldi en 1625, y a su bisabuelo Francesco, caporal de las parroquias de Ampugnani y Valcerustia en 1690; a su abuelo Quilico, que ocupaba ese cargo, en 1726, en las parroquias de Moriani y Valcerustia, y especialmente a su padre, Gio-Quilico, un oportunista que servía a todos aquellos que parecían detentar el poder en la isla en un momento u otro. Así, el padre de Luce de Casabianca fue un partidario acérrimo del efímero rey Teodoro, un aventurero alemán que lo elevó a conde. Tras las dos expulsiones de Teodoro (1738 y 1743), jugó la carta francesa y en 1748 se mostró partidario del marqués de Cursay, enviado a la isla –entonces posesión genovesa– para mantener el orden. Tras el asesinato del patriota corso Gio Petro Gaffori en 1753, Gio-Quilico entró al servicio de los genoveses y formó parte de la guarnición de Bastia. En 1760 se casó con una joven con hondas raíces en la isla, Maria-Francesca, hija de Sebastiano Colonna-Ceccaldi de Vescovato, de los antiguos señores de Omessa, y de Julia de Gaffori, además de nieta de Gio Petro de Gaffori y Faustina Matra.
Tras el casamiento, Gio-Quilico pidió al líder patriota Pasquale Paoli y a su sobrina que fuesen el padrino y la madrina del primer hijo que le diese su esposa. Ambos aceptaron por carta en febrero de 1760. Gio-Quilico participó en los ardides de Paoli contra los primos de su esposa, los Matra, que permanecían fieles a Génova, fue uno de los siete miembros del Consejo Supremo de la Nación y combatió contra los franceses, en particular contra las tropas de Chauvelin, derrotadas en Borgo en octubre de 1768. Sin embargo, tras la derrota corsa en Ponte Novu (8 de mayo de 1769), Gio-Quilico se alineó el 23 de junio con los franceses, que le ofrecieron el rango de capitán de la Legión Corsa. En 1773 se convirtió en teniente coronel del Regimiento Provincial Corso, del que era coronel François de Gaffori. Al año siguiente reprimió sin demasiado ahínco los movimientos insurreccionales que agitaban la región de Niolo (la revuelta de los Pasqualini). Ascendido a mariscal de campo (rango equivalente al de general de brigada) en 1782, se retiró a Vescovato, donde murió en 1793 a los setenta años tras haber servido a todos los regímenes: Teodoro, Paolo, Génova y Francia, siempre en posiciones distinguidas. Luce Casabianca tenía a la sazón treinta y un años y debía a su padre su educación, su formación y su destino en la mar.
Formación e inicio de la carrera (1771-1789)
Luce de Casabianca fue bautizado junto a sus hermanas en la iglesia parroquial de San Martín de Vescovato, en Casinca, el 31 de enero de 1763. El acta detalla que había sido bautizado de urgencia por su primo, el doctor don Paolo de Casabianca, el día que nació (7 de febrero de 1762), pues había estado “en peligro de muerte”, al igual que muchos de sus contemporáneos, para los cuales el parto constituía el primer obstáculo por sortear para la existencia. Conforme a la promesa contraída en 1760, los padrinos de Luce fueron Pasquale Paoli –representado por Gio-Batta (apodado Tito) Buttafuoco– y la sobrina de aquel, representada por Teresa Casabianca.
Durante la juventud de Luce vivieron con él en Vescovato Raffaello de Casabianca y su hermano Giuseppe, párroco de Vescovato desde 1770, además de otros muchos parientes, como Giuseppe-Maria, teniente segundo del Regimiento Royal Corse en 1761, capitán de dragones de la Legión Corsa en 1769 y teniente coronel de la misma en 1772, amén de vizconde de Casabianca. Pronto, sin embargo, Luce abandonó la isla para atender al colegio de los Oratorianos de Juilly, cerca de París. En 1771, su padre demostró su nobleza frente al Consejo Superior de Córcega y, conseguido el mantenimiento de dicha condición (4 de junio de 1771), Luce fue admitido en 1772, con nueve años, en el Collège royal de la Flèche, tres años después del también marino Dupetit-Thouars. En 1775, Luce abandonó La Flèche para ingresar en el Collège royal militaire de París. Tenía entonces trece años. En 1776, después de la reforma del conde de Saint-Germain, fue asignado al Collège d’Effiat, dirigido por los oratorianos, adonde llegó en mayo de 1776. Allí fue condiscípulo de Auguste Jean Prévost de Traversay. Luce mostró un carácter algo sombrío, pero bueno y capaz de aplicarse a un trabajo continuado. En enero de 1778 su familia lo destinó a la marina. El 18 de junio recibió su certificado de aspirante a guardiamarina y, el 23, dejó Effiat con rumbo a Tolón.
El 1 de febrero de 1779, gracias a sus buenas calificaciones, Luce fue designado guardia del pabellón del almirante. En abril se hizo a la mar por primera vez a bordo de la fragata Gracieuse en una misión de escolta de buques mercantes frente al corso británico que duró once meses (Tolón, 27 de abril de 1779, a Tolón, 21 de marzo de 1780) con escalas en Bona, Túnez, Alejandría, Rodas y Alejandreta. A continuación, embarcó en el navío Terrible, con el que pasó nueve meses en la mar (Tolón, 2 de junio de 1780, a Brest, 1 de marzo de 1781) como parte de la misión a Cádiz del conde d’Estaing para bloquear Gibraltar en colaboración con la flota española. El 2 de marzo de 1781 embarcó en Brest a bordo del Zélé, integrante de la escuadra del conde de Grasse destinada a transportar tropas a América para sostener a Rochambeau. El 29 de abril le llegó el bautismo de fuego en el combate de la bahía de Fort-Royal. El 5 de septiembre participó en la célebre batalla de Chesapeake, que condujo a la caída de Yorktown y la independencia de los Estados Unidos de América.
Ascendido a alférez de navío tras Chesapeake (el 7 de noviembre de 1781), Luce participó en los combates del 25 al 27 de enero de 1782 ante la isla de San Cristóbal, de la que se apoderó el conde de Grasse, y se libró de la derrota de los Santos (9-12 de abril de 1782), ya que el Zélé no participó en ella debido a dos colisiones sucesivas con el Jason y el Ville de Paris, buque insignia de Grasse. En estas operaciones, Luce se reveló, a decir del capitán del Zélé, como un joven “alférez de navío […] conocido por su talento para reconocer debidamente los buques y sus fuerzas”. Tras llegar a Lorient el 9 de enero de 1783 a bordo del Swift, estaba en Bastia en mayo de ese año. Allí desposó a Felice Raffali de Vescovato a principios de 1784 y pasó a Tolón en mayo. Hasta agosto navegó por el Levante Mediterráneo a bordo de la fragata Brune.
Ascendido a teniente de navío el 16 de febrero de 1787, Luce había estado de permiso en Córcega desde 1784. Entonces nacieron su hija Faustina (1785) y su hijo Giocante (1787). A continuación, embarcó en la fragata Réunion (Brest, 17 de abril de 1787, a Brest, 17 de enero de 1788), y navegó hasta Lisboa y luego hasta Port-au-Prince. Su siguiente destino fue el bergantín Alerte (Tolón, 18 de enero de 1788, a Tolón, 23 de febrero de 1788), breve, pues al poco se tomó un permiso de un año, los primeros seis meses sin sueldo. A su regreso de Córcega, se embarcó en la fragata Alceste (Tolón, 30 de julio de 1789, a Tolón, 2 de octubre de 1790), tras lo cual obtuvo un nuevo permiso de siete meses el 14 de noviembre de 1790, en esta ocasión con sueldo.
Político y marino (1790-1798)
Luce realizó su juramento cívico en Tolón el 14 de marzo de 1792. El 18 de septiembre fue elegido en Córcega representante popular en la Convención Nacional con 216 votos de 398. Declaró entonces que tenía treinta y cinco años, cuando solo tenía treinta. El 1 de enero de 1793, en paralelo, fue ascendido a capitán de navío. Aunque era un montagnard y se había afiliado al Club Jacobino en los inicios de su mandato, Luce era un revolucionario moderado. Fue miembro del Comité de la Marina y no votó a favor de la muerte del rey. Explicó su decisión en estos términos: “No creo necesaria su muerte para la salud del pueblo francés. Voto por la detención, salvo que la Convención pueda tomar otras medidas de acuerdo con las exigencias de las circunstancias”. Enviado en misión a Córcega, no estaba París cuando se produjo el voto contra Marat (abril de 1793). Destituido el 17 de mayo de su responsabilidad de diputado de la Convención por un millar de paolistas furiosos ante la orden de arresto contra su líder que había decretado la Asamblea parisina el 2 de abril, el 16 de junio estaba de regreso en París.
Mientras, Paoli, con apoyo británico, había tomado el control de la isla. En París, Luce apostó con decisión por una Córcega francesa y, el 10 de julio de 1794, justificaba su opinión con Antoine Christophe Salicetti: 1) los corsos estaban “demasiado imbuidos del espíritu localista y familiar”; 2) la república garantizará “justicia para todos sin predilección alguna”. Para él, la revolución constituía una fuente de igualdad y justicia. Así escribió el 17 de diciembre de 1793: “Deposuit potentes de sede et exaltavit humiles” (un pasaje del Magníficat: “Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes”). Aquel 12 de diciembre la Sociedad de los Jacobinos había excluido a Luce, a pesar de sus protestas, con el pretexto de que no había votado “la muerte del tirano”. Divorciado el 16 de julio de 1794, se afincó en París con su hijo Giocante, en el n.º 6 de la Rue de la Michodière. Su antigua esposa volvería a casarse con Barthelemy Arena, que moriría en Livorno tras treinta años de exilio por su oposición al golpe de 18 de Brumario.
Tras la Reacción de Termidor, Luce intervino desde el 2 de agosto de 1794 en el Comité de Salud Pública a favor de “nobles y sacerdotes corsos que permanecen fieles a la causa de Francia, pero que han huido de su país para escapar de los ingleses y los paolistas”. En otoño de 1794, votó por la ejecución de Carrier, responsable de los ahogamientos de Nantes. Elegido miembro del nuevo cuerpo legislativo, el Consejo de los Quinientos, hasta el 20 de mayo de 1798, también volvió al Comité de Marina. Fue entonces cuando Luce, ascendido a jefe de división, recibió el mando del buque insignia Orient, de tres puentes y ciento veinte cañones, como capitán de bandera del almirante Brueys. El 8 de mayo, Bonaparte, aunque padecía mareos, se encontraba a bordo, al igual que Giocante, el hijo de once años de Luce, y parte de los 167 científicos y artistas embarcados en la flota que conduciría a la Armée d’Orient a Egipto. El 23 de mayo, Luce arrió velas a la altura de Bastia. Su hijo, acompañado de Berthier, desembarcó para besar a su madre.
El 1 de agosto se produjo la batalla de Abukir entre la escuadra de Nelson y la de Brueys, que se hallaba fondeada (véase «La campaña naval y la batalla de Abukir» en Desperta Ferro Historia Moderna n.º 41: Napoleón en Egipto). El Orient fue pasto de las llamas. Casabianca, herido de gravedad en la cabeza por una astilla, se lanzó al agua con su hijo y ambos se colocaron sobre un mástil derribado en compañía del intendente de la flota justo antes de la explosión del navío, que los engulló en un estrépito sobrecogedor. Bonaparte escribió al Directorio:
“Casabianca ha muerto con serenidad y sangre fría en medio del incendio de su navío. Su hijo de nueve años ha perecido en su compañía. En ningún momento ha querido abandonar a su padre y las llamas lo han devorado en brazos de este”.
La hija de Luce, Faustina, recibiría del primer cónsul una pensión en Los Inválidos.
Michel Vergé-Franceschi es profesor de Historia Moderna en la Université de Tours y ha sido director del Laboratoire d’Histoire et d’Archéologie Maritime del CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique) de la Université Paris IV-Sorbonne y el Musée de la Marine.
Hola, ¿cabe alguna posibilidad de que Casabianca pusiera a salvo a su hijo en un bote antes de la explosión? Muchas gracias.
La versión canónica afirma que el hijo murió en la cámara del capitán junto al padre en la explosión. Saludos