Los hombres de la Compañía E (Easy) del 506.º Regimiento de Infantería Paracaidista, que alcanzaron la fama gracias a Hermanos de Sangre (Band of Brothers), el libro de Stephen Ambrose, entraron en combate, por primera vez, durante el asalto aerotransportado del Día D. Se habían entrenado para ello durante casi dos años, en los que adquirieron tanto capacidad física como fortaleza mental, y se familiarizaron con las armas que iban a utilizar; pero nunca habían disparado a matar. Todo ello cambiaría por completo en la oscura madrugada del 6 de junio de 1944, y desde aquel momento hasta el final de la guerra en Europa, los hombres de la Compañía Easy iban a acumular un ilustre historial de combate, que quedó inmortalizado en el libro de 1992 y en la popular serie de HBO que siguió.
Instrucción y viaje de la Compañía Easy
Los hombres de la Compañía Easy estuvieron entre los primeros aprendices de paracaidista que llegaron a Camp Toccoa, en las montañas del norte de Georgia, en 1942, y pronto se familiarizaron con el arduo programa de preparación física, con carreras y marchas regulares hasta la cima del monte Currahee, a 528 m sobre el nivel del mar. El lema que adoptaron fue: “¡Tres millas arriba!, ¡tres millas abajo!”, mientras que el regimiento al que pertenecían tomó la palabra “¡Currahee!” como grito de guerra, al parecer una frase de los nativos norteamericanos que significa: «se alza en soledad».
El 1 de junio de 1943, el 506.º Regimiento pasó a formar parte de la 101.ª División Aerotransportada y fue trasladado a Inglaterra, donde llegó ese otoño, para ser acantonado en diversas localidades del condado de Wiltshire. Más concretamente, la Compañía Easy, que era parte del 2.º Batallón, se alojó en Aldbourne. A este lado del Atlántico, el entrenamiento continuó a paso acelerado hasta que, el 5 de junio de 1944, el regimiento fue reunido en el aeródromo de la RAF de Upottery, en Devon Oriental, y embarcado en los aviones de transporte que los llevaría al peligro por primera vez.
Tras ascender e iniciar el viaje, los aeroplanos no tardaron en encontrarse con fuertes vientos, nubes bajas y fuego antiaéreo alemán, todo lo cual provocó que la formación se desperdigara con rapidez. Solo 10 de los 81 transportes que trasladaban el 506.º Regimiento consiguieron soltar sus paracaidistas en la zona designada –aproximadamente a partir de la 1.00 horas–, el resto quedaron dispersos a lo largo de varios kilómetros de territorio normando. De modo más concreto, el 1.er y 2.º batallones, y con ellos la Compañía Easy, debían llegar a tierra en la zona de lanzamiento “C” (véase “All Americans y Screaming Eagles en Cotentin”, en Desperta Ferro Contemporánea n.º 33), justo al sur de Boutteville y al oeste de Ste. Marie du Mont, para luego desplazarse hacia las dos carreteras elevadas, o salidas, más meridionales de la playa Utah, donde debía desembarcar la 4.ª División de Infantería. Estas vías cruzaban una franja pantanosa y de terreno bajo que se extendía más allá de la playa, y su control era vital para que, a lo largo del Día D, las fuerzas norteamericanas pudieran acceder al interior del país. En el marco general de esta misión, la Compañía Easy –junto con un pelotón de demoliciones– recibió la orden de asegurar la salida 2, sin embargo, debido a la confusión aérea, los transportes que trasladaban al 2.º Batallón pasaron de largo sobre su zona de salto y el grueso del mismo llegó a tierra a unos 8 km de la ubicación prevista.
Reagrupamiento y entrada en acción
El teniente Richard “Dick” Winters llegó a tierra cerca de Ste. Mère Église y, como muchos otros, al principio no tuvo muy claro dónde se encontraba. Además de eso, no tenía su fusil, pues la corriente de aire provocada por la hélice del avión desde el que había saltado le había arrebatado la bolsa llena de equipo que llevaba colgada de la pierna, dejándolo tan solo con un cuchillo. Desconocedor de que el jefe de la compañía, teniente Thomas Meehan, ya había muerto, junto a todos los que iban a bordo, al ser alcanzado su avión por el fuego antiaéreo, se convirtió en el comandante de hecho de la unidad cuando, con cautela, empezó a reunir paracaidista perdidos a en torno a él, algunos de ellos pertenecientes a la 82.ª División Aerotransportada. Moviéndose a tientas por la oscuridad, Winters se encontró con un hombre que tenía dos fusiles. Iba a pedirle uno cuando se dio cuenta de que este temblaba de un modo tan descontrolado que se limitó a decirle: “sígueme”. Más tarde, al aumentar el número de combatientes bajo su mando, decidió tomarse un momento para orientarse. Para ello clavó su cuchillo en el suelo y se cubrió con un poncho, a fin de poder observar el mapa bajo la linterna sin que la luz revelara su posición, pero alguien se llevó el cuchillo. Tendría que conformarse con la granada que otro soldado le cedió hasta cruzarse con un norteamericano muerto y reclamar su arma como propia.
Winters se dirigió entonces hacia la localidad de Le Grand Chemin, donde esperaba encontrar el puesto de mando del 2.º Batallón, cerca de la salida 2. En aquel momento, en el pequeño grupo que lo seguía a trompicones por la oscuridad tan solo una docena de hombres pertenecían a su Compañía Easy. Recordaría que: “Estaba sentado en aquel lugar con mis hombres cuando volvió un oficial y dijo ‘Winters, le quieren en el frente’. Cuando llegué, el capitán Clarence Hester se giró hacia mí y me dijo ‘Hay fuego tras ese seto vivo. ¡Encárguese de ello!’”. Según explicaría Winters, no hubo instrucciones concretas con respecto al objetivo, ni se le dieron indicaciones claras sobre lo que había al otro lado del seto, pero era obvio que había artillería disparando sobre toda la carretera de salida 2 e impidiendo el avance de la 4.ª División de Infantería más allá de la playa Utah. A las 8.30 horas, aproximadamente, se desplazó para reconocer la zona y comprobó que había una batería de cuatro piezas alemanas de 105 mm, agrupadas en torno a un gran caserío conocido como Brécourt Manor, situado a 5 km al sur de la playa Utah y justo al norte de Ste. Marie du Mont. También había unos 130 soldados guarneciendo la red de trincheras y posiciones de ametralladora que defendían la posición.
El combate de Brécourt Manor
Winters ordenó situar dos ametralladoras para contener el fuego enemigo y ordenó a tres de sus hombres que se hicieran con una ametralladora enemiga atacándola con granadas para luego establecer otra posición de apoyo. Luego, cuando dio la orden, los paracaidistas abrieron fuego desde tres direcciones. Nada más iniciar el avance disparó contra un alemán que se estaba abriendo camino por la trinchera. Moviéndose con rapidez, los paracaidistas expulsaron a los enemigos de sus posiciones por medio de una barrera de fuego de fusil y ametralladora, y de granadas. Cuando cuatro defensores salieron corriendo a campo abierto, Winters y otros dos hombres acabaron con ellos de inmediato. Nada más llegar a la primera pieza, el joven teniente cayó en la cuenta de que no tenía explosivos y ordenó a otro soldado que recuperara su equipo de demolición. Luego se puso al frente de un grupo de cinco hombres con el que se adentró por las trincheras en busca de la segunda, donde llegó tras superar en un instante a los enemigos que resistían junto a ella. Entonces, los paracaidistas siguieron avanzando para tomar la tercera. Cuando llegaron los explosivos, los estadounidenses metieron bloques de TNT en los tubos de las armas y los hicieron estallar con granadas alemanas que habían encontrado en la posición defensiva. Ya habían destruido tres obuses cuando llegó el teniente Ronald Spiers, de la Compañía D del 506.º para liderar, con éxito, el asalto contra la última pieza.
“Conseguimos hacernos con esos cuatro obuses alemanes a cambio de la pérdida de un solo hombre” –dijo Winters en una entrevista años después. Se trataba del– “soldado John Hall (en realidad se apellidaba Halls, pertenecía a la Compañía A y se había unido al grupo un rato antes), que resultó muerto justo frente a mí. Era un buen hombre, y su muerte fue un duro golpe para mí. Pero el ataque también me dejó buenos recuerdos. Cumplimos con la misión. Solo más tarde, mucho más tarde, me di cuenta de lo importante que había sido acabar con esas piezas de artillería a la hora de asegurar la salida 2, que se convirtió en la vía principal para abandonar la playa Utah”.
También murió uno de los hombres del teniente Spiers, y otros dos paracaidistas resultaron heridos. Sometido al denso fuego de ametralladora disparado por los alemanes que estaban atrincherados en la granja, Winters ordenó la retirada. En camino hacia retaguardia encontró un mapa, que luego entregaría a los oficiales de inteligencia, que resultó muy valioso pues tenía, bien marcadas, todas las posiciones de ametralladora y artillería de la zona.
Sobre este combate, Stephen Ambrose escribió:
“No se puede juzgar con precisión la importancia de lo que consiguió la Compañía Easy, pero es seguro que salvó vidas e hizo mucho más fácil –tal vez incluso podría decirse, de entrada, que hizo posible– la llegada de los carros de combate desde la playa al interior de la región. Sería una burda exageración decir que salvaron la jornada de Utah, pero si es razonable indicar que hicieron una importante contribución al éxito de la invasión”.
Retrospectivamente, algunos de los participantes en el ataque a Brécourt Manor reconocieron que habían tomado riesgos innecesarios durante su primera acción de combate. Sin embargo, a pesar de ser pocos, ejecutaron un asalto coordinado que fue posible gracias a las largas jornadas de riguroso entrenamiento, y a una sólida disciplina. Este asalto sigue siendo, hoy en día, objeto de estudio en las escuelas militares como ejemplo de táctica de pequeñas unidades. Por su heroísmo el 6 de junio de 1944, Winters recibió la Cruz de Servicios Distinguidos; otros tres combatientes de la Compañía Easy recibieron la estrella de plata y también se otorgaron once estrellas de bronce y tres corazones púrpura.
El 7 de junio, D+1, el 506.º Regimiento de Infantería Paracaidista, en coordinación con tropas del 501.º y del 327.º Regimiento de Infantería en Planeadores, expulsó a los alemanes de St. Côme du Mont; y un día después comenzó el sangriento combate por el nudo de comunicaciones vital que era la localidad de Carentan. Los alemanes abandonaron esta ciudad el día 11, pero contraatacaron el 13, para ser derrotados. Hasta el final del mes, la Compañía Easy, junto con el resto del 506.º Regimiento, ocupó posiciones defensivas al sur de dicha localidad. Como el resto de la 101.ª División Aerotransportada, la compañía permaneció en combate, en Normandía, mucho más allá del Día D hasta que, tras más de un mes en el frente, la división fue retirada a Inglaterra para descansar y recibir reemplazos.
La unidad volvería a luchar durante la Operación Market-Garden, la invasión aerotransportada de los Países Bajos, en septiembre, y en la batalla de las Ardenas en diciembre de 1944 y enero de 1945, para terminar la guerra en el Nido del Águila, la residencia de Hitler en Baviera.
Muy buen relato, lastima que el siglo XX no sea de mi agrado.
Buenos dias. Soy dependiente de esta revista desde hace tiempo y me gustan bastante sus articulos, pero echo en falta una lectura sobre L.R.D.G. ( gracias por poner una reseña ). Solo conozco dos libros que trate este tema uno de OSPREY ( El Long Range Desert Group) y otro de Editorial San Martin Campañas nº 3 ( Incursiones fuerzas de choque del desierto )He encontrado un libro de HISTOIRE SECRETE DES S.A.S. ( EN FRANCES ) y es muy interesante.
Hola Ángel, en el libro El oasis perdido, Saul Kelly habla largo y tendido del LRDG, de sus fundadores, de sus orígenes, de sus misiones, de su evolución… Tienes toda la info del libro en este enlace https://www.despertaferro-ediciones.com/revistas/numero/el-oasis-perdido-almasy-zerzura-y-la-guerra-del-desierto/
Gracias por la información, me ha resultado muy útil. Un saludo.