Los caminantes blancos y sus huestes de no muertos ocupan casi una parte tan importante en la serie de Juego de Tronos y en la saga de Canción de Hielo y Fuego como las intrigas y conspiraciones que ejercen reinos y familias antagónicas entre sí. Sin embargo, como Stannis transmite a Samwell Tarly en Tormenta de Espadas, los Otros representan a “El antiguo enemigo. El único enemigo que importa de verdad”. Así pues, aunque en algunos reinos los personajes permanecen ajenos a los acontecimientos ocurridos Más Allá del Muro, tanto el lector como el fan de la serie han podido ir evaluando las dimensiones que alcanza esta amenaza que avanza inexorable hacia los reinos de los hombres.
Los caminantes blancos en Juego de Tronos (contiene spoilers)
En la temporada anterior, los Otros y su ejército de espectros tuvieron una marcada importancia en la trama y nos permitió averiguar mucho más acerca de este tétrico enemigo, si bien los lectores de los libros ya aventajaban a los fans de la serie al haber podido leer las detalladas descripciones de la batalla del Puño de los Primeros Hombres y su posterior retirada. Amén de otros capítulos o episodios. No cabe duda de que será en la octava temporada donde se conocerá el coste a pagar por enfrentarse a los Otros y su ejército de muertos.
Como nos cuenta Carolyne Larrington, Prof. del St. John’s College de la Universidad de Oxford, en su libro Winter is coming. El mundo medieval en Juego de tronos, Canción de Hielo y Fuego, y por lo tanto la serie de Juego de Tronos, está repleta de referencias y elementos tomados de la historia. Familias, lugares y acontecimientos tienen en algunos casos clara influencia del pasado medieval europeo. Por ende, la idea de nuestro ejército de los muertos también hunde sus raíces en la historia. Si bien los caminantes blancos parecen ser una invención fantástica de George R. R. Martin, los cadáveres que traen de vuelta a la vida mediante hechicería y conforman su ejército tienen un incuestionable parecido con los zombies propios de las películas de terror. Ambos son elementos puramente fantásticos y diferentes entre sí, pero que, en su conjunto, agrupan una serie de características que nos permiten relacionarlos también con ciertos elementos el ideario medieval.
Los caminantes blancos son en el mundo de Poniente una leyenda olvidada, apenas un cuento para asustar a los niños. Sin embargo, hemos podido comprobar con la progresión de la trama cuán errada está esa creencia. En las antiguas leyendas sobre la Edad de los Héroes que el personaje de la Vieja Tata relata a Bran, los Otros o caminantes blancos son personajes malévolos que durante la Larga Noche se precipitaron sobre la humanidad y fácilmente derrotaron a los hombres, levantado a los muertos para enfrentarlos a los vivos y sin mostrar piedad alguna hacia mujeres y niños. Finalmente, los Otros serían derrotados en la Batalla del Amanecer por una alianza de hombres y Niños del Bosque dirigidos por un héroe llamado Azor Ahai, portador de una espada mágica conocida como Dueña de Luz. Para evitar que una amenaza así se volviera a cernir sobre la humanidad, se formó la Guardia de la Noche y se levantaría el Muro con hielo y hechizos.
Las descripciones de los caminantes blancos que encontramos en los libros se corresponden bastante con los representados en la serie. Los Otros traen consigo el frío y prefieren actuar de noche. Son criaturas altas, demacradas y muy pálidas, que dan la sensación de componerse de una materia similar al hielo. Sus movimientos son gráciles y su voz se asemeja a la del hielo resquebrajándose. Uno de sus rasgos más llamativos es el siniestro brillo de sus ojos, como dos estrellas de intenso azul. Las motivaciones que empujan a los Otros son prácticamente desconocidas. No se sabe si aparecen como consecuencia de un crudo invierno o si ellos lo traen consigo. Según las historias, los caminantes blancos “odian a toda criatura con sangre caliente en las venas” y alimentan a sus espectros con la carne de los niños humanos, siendo esto algo que pueda parecer un mero recurso para asustar a los niños pero que hemos podido corroborar en la última temporada. Los espectros a su vez son reanimados por los Otros a través de nigromancia y obedecen sus órdenes ciegamente, conformando de este modo el grueso del ejército de los muertos. Su apariencia es el de cadáveres de variable aspecto, dependiendo del estado en el que se encontraran cuando fueron levantados. Sus ojos, al igual que los de los Otros, son de un intenso y antinatural azul. Además, parece que son capaces de conservar recuerdos de su vida pasada, teniendo un ejemplo de ello en el episodio donde uno de los espectros, antiguo miembro de la Guardia de la Noche, es capaz de encontrar las dependencias del lord comandante Jeor Mormont e intentar asesinarle.
Tanto en la serie como en los libros han ido revelándose ciertos métodos que pueden usarse para derrotar a los Otros y al ejército de los muertos. En el caso de los caminantes blancos, es el vidriagón (nombre dado a la obsidiana) el material con el que fabricar las armas capaces de derrotarlos. Asimismo, el acero valyrio, forjado con propiedades mágicas, parece ser otra de sus debilidades. Por otra parte, los espectros pueden ser destruidos mediante el fuego, frente al que son extremadamente vulnerables. En las novelas se desconoce si estos pueden ser también destruido con acero valyrio y vidriagón, mas en la serie se ha podido comprobar que sí cuando Jon Nieve y sus compañeros combaten en Casa Austera y Más Allá del Muro contra el ejército de los muertos. Asimismo, las gentes del Pueblo Libre, los salvajes, tienen la costumbre de incinerar a sus muertos para evitar que puedan ser reanimados por los Otros. Parece ser, por lo tanto, que es el fuego, en esencia, lo que puede destruir a los Otros y su ejército. Llama la atención que sea precisamente la antítesis de estos, quienes parecen compuestos de hielo y empuñan espadas congeladas, su mayor debilidad.
Diferentes interpretaciones históricas
Podemos encontrar en el ideario medieval diversas referencias con las que establecer similitudes y que quizá sirvieran a Martin como fuente de inspiración para crear a los Otros. En la Baja Edad Media y el Renacimiento encontramos el género artístico conocido como “Danza Macabra”, el cual tuvo presencia en prácticamente toda Europa. Este género se caracteriza por la representación de esqueletos o cadáveres descompuestos que, animados, pretenden reflejar una imagen de la muerte, en algunos casos como un reflejo invertido del mundo de los vivos. A menudo se representa a estos tétricos personajes danzando o acompañando a figuras representativas de la sociedad medieval como nobles, campesinos u obispos en clara alusión a que la muerte a todos alcanza. Este tema fue bastante prolífico en el arte y las representaciones son impactantes al mostrar cadáveres demacrados que conservan escasos cabellos, dientes e incluso están siendo devorados por gusanos. Sin embargo, no se trata de una representación del mal en sí, sino de la idea de que todo lo mundano llega a un fin de modo inevitable. Que la muerte triunfa sobre todo sin distinción. Carolyne Larrington en su libro Winter is coming: El mundo medieval en Juego de Tronos plantea que los Otros son una representación metafísica de la muerte y la guerra, algo que solo trae destrucción y que se repite de forma cíclica. Desde este punto de vista, es probable que guarde relación con la Danza Macabra medieval y todo el ideario que la envuelve.
Por otra parte, la mitología y sagas escandinavas albergan unos siniestros personajes de ultratumba denominados draugar. Por lo general, los draugar en su versión más pacífica son no-muertos que moran en los túmulos donde fueron enterrados, protegiéndolos de los saqueadores. Estos draugar son fáciles de derrotar, pudiendo ser decapitados y situando la cabeza entre sus pies para evitar que vuelvan a levantarse. Por otra parte, encontramos en algunas sagas a otro tipo de draugr, el cual abandona el túmulo para merodear por las noches, convirtiéndose en un peligro para los vecinos. En apariencia, los draugr son cadáveres que adquieren un tono pálido o azulado que evoca a la muerte. En ocasiones se muestran incorruptos, si bien aumentan su tamaño y peso al alimentarse de sus víctimas, adquiriendo una fuerza antinatural. Asimismo, algunos draugar son poseedores de cualidades mágicas tales como controlar el clima, cambiar su forma y ver el futuro. Sin embargo, lo que realmente hace peligrosos a los draugar es su envidia hacia los vivos por poder gozar de todo aquello que les es privado tras la muerte. Esto se materializa en un hambre insaciable que lleva al draugr a devorar cuando esté a su alcance, sean animales o personas. Los draugar en sus variantes más poderosas pueden ser destruidos, si bien con dificultad e incluso con una compleja ritualización. El héroe debe reducir al draugr con las manos desnudas, pues no puede ser dañado con armas comunes. Requiere de un arma mágica, como por ejemplo una encontrada en el propio túmulo del draugr, para decapitarlo. Luego de esto, debe ser incinerado y sus cenizas enterradas o lanzadas al mar para asegurarse de que está realmente muerto.
Es indudable la similitud que el gran enemigo de Juego de Tronos, contemplado en su conjunto, guarda con los draugar. Tanto los caminantes blancos como los espectros tienen una apariencia cadavérica y cualidades sobrenaturales. Además de ello, se insinúa que los primeros pueden manipular el clima, trayendo consigo el frío y la nieve, de igual modo que actúan por la noche. En su faceta más benigna, los Otros permanecen en las Tierras del Eterno Invierno, al norte de Poniente. Sin embargo, como los draugar, es su odio o envidia lo que provoca su hostilidad y que se lancen sobre los reinos de los hombres, si bien el único fin de la los caminantes blancos parece ser la aniquilación y no saciar un irrefrenable apetito, o al menos es cuanto conocemos por ahora. Por último, el hecho de que únicamente ciertas armas, y en especial el elemento del fuego, pueda combatir a los Otros y su ejército guarda relación directa con las armas mágicas y la necesidad de quemar al draugr para asegurar su destrucción.
Es probable que Martin recurriera a estas siniestras criaturas, añadiendo ingredientes de su propia cosecha, para crear a los caminantes blancos y su ejército. Aun así, tanto para los lectores de los libros como los fans de la serie, son muchos los vacíos que nos quedan por llenar para conocer mejor a estos seres. Es probable que en la última temporada, estrenada este mes de abril, encontremos respuestas y descubramos muchas más cosas sobre estas terroríficas criaturas. Podremos comprobar si la historia y las profecías legendarias de Poniente vuelven a cumplirse o, por lo contrario, asistimos a la caída de los reinos de los hombres.
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