Construyendo Tarteso, I Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq

En las Casas del Turuñuelo (Badajoz), yacimiento que incluye el proyecto Construyendo Tarteso, se ha identificado un gran sacrificio de animales, siendo la primera documentación de este tipo de ritual en todo el Mediterráneo. © Construyendo Tarteso

Según D. Antonio Gallardo Ballart, presidente de la Fundación Palarq, “el proyecto ganador ilumina el mito de Tartesos trasladándolo a la realidad y acercando a la sociedad los resultados de una investigación arqueológica puntera”. La investigación distinguida de Construyendo Tarteso, según valoró el jurado de este I Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq, que concedió el premio por unanimidad, arroja nueva luz sobre la importancia y extensión de la cultura de Tartesos (siglos VIII al IV a. C.) y su enorme relevancia para la historia global del Mediterráneo. Asimismo, el jurado ha tenido en cuenta no solo la calidad de la investigación, sino también la del trabajo de campo y los desafíos de futuro que presenta el proyecto, y en cuyo desarrollo tendrán un papel muy importante el uso de las nuevas tecnologías. En total, se presentaron al premio veinticinco propuestas, todas de gran valor científico.

Para D. Luis Monreal, director general de la Fundación Aga Khan y portavoz del jurado, “Tartesos fue una entidad política plural, interrelacionada con todo el Mediterráneo, prefigurando la globalidad de nuestros tiempos”.

El anuncio del proyecto ganador del Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq tuvo lugar en Barcelona, después de la reunión del jurado el 9 de noviembre. En el acto de proclamación del ganador estuvieron presentes, además del presidente de la Fundación Palarq, todos los miembros del jurado internacional, que son: Prof. D. Yves Coppens, que en 1974 fue uno de los descubridores de ‘Lucy’, la famosa Australopithecus encontrada en África, y que entre otras muchas distinciones cuenta con el Gran Premio científico de la Fundación de Francia; Andrew Selkirk, vicepresidente del Royal Archaeological Institute y cofundador del British Archaeology Award; Luis Monreal, director general de la Fundación Aga Khan, Ginebra; Pepe Serra Villalba, director del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC); Josep Guitart Duran, catedrático emérito de Arqueología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y actualmente presidente del proyecto internacional Tabula Imperio Romano-Forma Orbis Romani, promovido por la Union Academique Internationale; y el periodista Jacinto Antón de Vez, Premio Nacional de Periodismo Cultural que otorga el Ministerio de Cultura.

Construyendo Tartesos, I Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq

Los miembros del jurado del I Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq, que premiaron de forma unánime al proyecto Construyendo Tartesos. De izquierda a derecha, los Sres. J. Antón, L. Monreal, Y. Coppens, A. Gallardo, A. Selkirk, P. Serra y J. Gitart.

Construyendo Tarteso tiene como objetivo el estudio arquitectónico de las edificaciones de época tartésica (ss. VIII-IV a. C.). En este marco se insertan las excavaciones del yacimiento de Casas del Turuñuelo (Badajoz), hasta la fecha el edificio protohistórico mejor conservado del Mediterráneo occidental, pues mantiene sus dos plantas, lo que le convierte en un caso de estudio excepcional.

A pesar de que tan solo se ha intervenido durante cuatro años, el yacimiento ha tenido ya una enorme repercusión dadas las novedosas técnicas constructivas utilizadas en su alzamiento, entre las que destaca el empleo por primera vez en nuestra península del mortero de cal para la obtención de los sillares con los que se levantó la escalinata monumental que conecta el piso superior con el patio.

A todo ello se suma la identificación de un gran sacrificio de animales (hecatombe), entre los que destacan especialmente los cincuenta y dos caballos hallados en posición anatómica, es decir, con las partes del cuerpo donde corresponde, y colocados de dos en dos, siendo la primera documentación de este tipo de ritual en todo el Mediterráneo.

Construyendo Tarteso. Entrevista a Sebastián Celestino y Esther Rodríguez

Aprovechando la concesión del I Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq al proyecto Construyendo Tarteso, tenemos el placer de entrevistar a sis directores, Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, con quienes además tuvimos el placer de colaborar en nuestro Arqueología e Historia n.º 12: Tarteso.

Construyendo Tarteso, I Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq

Fragmento escultórico hallado en el yacimiento del Turuñuelo. © Construyendo Tarteso

Antes de nada, enhorabuena por este I Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq. Además del prestigio que representa, cuenta con una importante dotación económica, y toda ayuda viene bien en proyectos tan complejos como el vuestro, que a veces pueden quedarse cortos de recursos, con la consiguiente frustración que ello conlleva. Proyectos como Construyendo Tarteso, que alcanzan un gran éxito en los medios, son un escaparate perfecto para dar a conocer al público general la enorme calidad de la investigación arqueológica que se está llevando a cabo en la actualidad en este país. ¿Cuál es la finalidad del proyecto Construyendo Tarteso?

Ante todo muchas gracias. Sin duda el premio es un acicate para seguir investigando, pero sobre todo es un reconocimiento a un amplio equipo que desde un principio han creído en el proyecto y ha trabajado sin descanso para conseguir los resultados que hoy conocemos.

El proyecto Construyendo Tarteso tiene como objetivo principal el estudio de la cultura tartésica en el valle medio del Guadiana. Para ello, usamos como vehículo la arquitectura, un elemento que hasta ahora nunca había gozado de protagonismo en los análisis arqueológicos, muchas veces como consecuencia de la excepcionalidad de los hallazgos materiales que acompañan a los yacimientos tartésicos, tanto en el interior como en el valle del Guadalquivir. La finalidad última es poder comparar desde el punto de vista constructivo y territorial el modelo documentado en el Guadiana medio con el conocido para el núcleo de Tarteso.

En los últimos años, habéis llevado a cabo un intenso estudio del territorio del valle del Guadiana y habéis localizado un gran número de yacimientos bajo túmulo de la Edad del Hierro que vienen a sumarse a otros hallazgos excavados anteriormente como Cancho Roano o La Mata, además de a un asentamiento todavía mal conocido como es el del cerro del Tamborrio. Finalmente, os decidisteis por excavar el túmulo de Casas de Turuñuelo ¿Qué es lo que os impulsó a optar por este yacimiento?

Dentro de todas las opciones con las que contábamos, el túmulo de Casas del Turuñuelo era el que reunía las mejores condiciones, pues contábamos con el interés de los dueños de la parcela en la que se localiza el yacimiento y es el que mejor conservado está. El resto de los túmulos documentados han sufrido, de una u otra manera, el avatar de las labores agrícolas, lo que ha provocado la destrucción total o parcial de muchos de ellos.

Por su parte, el Tamborrio representa la categoría de los poblados en altura, entidades que posiblemente contaran con un papel como controladores del territorio y su economía. Nuestro objetivo para el año próximo es integrar su estudio dentro del proyecto Construyendo Tarteso, pues constituye un eje de investigación fundamental para el correcto conocimiento de la articulación territorial del Guadiana medio.

Las evidencias arqueológicas muestran una fuerte influencia de la cultura tartésica, pero las cronologías de los yacimientos del Guadiana son algo posteriores a las que, a juzgar por la arqueología, marcan la crisis y abandono de buena parte de los yacimientos emblemáticos de la región nuclear tartésica por antonomasia, en el valle del Guadalquivir. ¿Qué pensáis del apelativo “tartésico” empleado habitualmente en esta región periférica? ¿Creéis que está habiendo un cambio de percepción con respecto al concepto de lo “tartésico”?

En primer lugar debemos tener en cuenta que en pleno apogeo de la cultura tartésica del Guadalquivir, ya existe una clara presencia de Tarteso en el Guadiana. Sirvan de ejemplo los edificios más antiguos del Cancho Roano o la conocida necrópolis de Medellín. Pero, es a partir precisamente de la crisis del siglo VI a. C. en el núcleo de Tarteso cuando el valle del Guadiana experimenta un notable aumento demográfico que se refleja en la aparición de nuevos enclaves de ocupación; y el Turuñuelo es un claro ejemplo de esta circunstancia. Esto no quiere decir que la cultura detectada en el valle del Guadiana sea idéntica a la reflejada en el valle del Guadalquivir, pues como es lógico, el papel de la población local que habitaba estos territorios les confiere una personalidad propia.

Los hallazgos de Turuñuelo ya eran más que notables cuando comenzasteis con la excavación del piso superior de la estructura, pero al acometer la excavación de las grandes escaleras, disteis con el hallazgo de una auténtica hecatombe, con una gran cantidad de animales sacrificados y algunos objetos muy llamativos como por ejemplo fragmento escultórico ¿Cómo valoráis este tipo de hallazgos?, y en relación a ello, ¿cuál es vuestra hipótesis de trabajo con respecto a estos y su relación con el abandono del lugar?

Construyendo Tarteso, I Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq

Trabajos en el patio donde se produjo la hecatombre en el momento del abandono del edificio. © Construyendo Tarteso

Sin duda alguna, el hallazgo del sacrificio de animales constituye un ejemplo único dentro de la protohistoria del Mediterráneo. Hasta el momento valoramos varias hipótesis de trabajo que solo los análisis que están ahora mismo en curso nos podrán responder. De ese modo, los análisis de ADN e isótopos nos permitirán conocer si los caballos proceden de una misma cabaña equina, su alimentación, de qué manera fueron sacrificados y hasta el color de su pelaje. Mientras, el sacrificio de este notable número de animales ha sido hasta la fecha puesto en relación con una actividad ritual que parece tuvo lugar en el edificio justo antes de su clausura. Hasta estos momentos tenemos un gran número de preguntas abiertas que esperamos ir contestando con el desarrollo de las investigaciones y el excelente equipo de zoólogos con el que cuenta el proyecto.

En cuanto a los hallazgos materiales, aunque concuerdan con la cultura tartésica si nos ha sorprendido la presencia de elementos que denotan una riqueza hasta ahora inédita en otros yacimientos de la época. Es el caso de la escultura de mármol o el conjunto de cuencos de vidrio que la acompañaban.

¿Tenéis bien datada la fecha de abandono? ¿En qué medida coincide con un fenómeno generalizado con la región?

Fechamos el abandono del edificio a finales del s. V a. C., un fenómeno que se repite en otros yacimientos del valle medio del Guadiana como Cancho Roano y el Tamborrio. En estos momentos se están llevando a cabo análisis de geomagnetismo sobre un conjunto de ladrillos quemados para intentar fecha el momento exacto del incendio que puso fin a la vida del edificio; sin embargo, la cronología relativa con la que trabajamos hasta ahora deriva de la aparición de un lote de cerámicas áticas en la capa de sellado que cubre por completo el edificio.

Hasta la fecha, siempre se había eludido a la posible invasión de los denominados pueblos celtas para justificar la amortización y ocultación de los yacimientos del Guadiana. Sin embargo, la cantidad de gente y de trabajo necesaria para ocultar un edificio como el de El Turuñuelo nos ha llevado a pensar en la posible existencia de otras razones. Por ello, hemos comenzado a investigar, a partir de los restos de semillas y conchas de río documentados en las excavaciones, la posible influencia de un drástico cambio en el clima que les empujase a abandonar el territorio.

La excavación en Casas del Turuñuelo es un auténtico desafío arqueológico, no solo por los excepcionales hallazgos, sino también por el hecho de haberse hallado un edificio de dos plantas en muy buenas condiciones de conservación ¿Cuál es vuestro planteamiento para resolver los problemas logísticos que plantea una excavación de este calibre?

Construyendo Tarteso, I Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq

Acceso a la habitación Sur del yacimiento del Turuñuelo. © Construyendo Tarteso

Lo cierto es que la excavación del Turuñuelo no es compleja a nivel estratigráfico. El relleno o amortización de las estancias se hace en un momento concreto, por lo que la complejidad comienza cuando uno se enfrenta a la excavación de los suelos. Un reto supondrá la excavación de las estancias ubicadas en el piso inferior. Hasta la fecha no nos hemos planteado su ejecución, pues si empleamos el método arqueológico para adentrarnos en ellas deberíamos desmontar el entramado de madera de sus techos, elementos constructivos únicos que hasta ahora nunca se habían conservado en otros yacimientos de esta cronología. Por ello, nuestro principal objetivo es completar la excavación de la planta superior y una vez conocidas todas las habitaciones, tomar la decisión de cuál elegir para adentrarnos en el piso inferior.

¿Cuáles son los pasos a seguir en lo inmediato y a medio plazo? ¿Veis alguna posibilidad de hacer visitable o musealizar el yacimiento a la larga?

En estos momentos estamos inmersos en el inicio de la construcción de una cubierta que permita proteger la parte que se ha excavado hasta ahora. Como es lógico, un monumento de esta naturaleza tiene que estar a disposición de la sociedad, pues sin duda constituirá un referente para todos los interesados en la cultura tartésica en particular y de la arqueología en general.

Nada más por nuestra parte. Nos gustaría agradeceros vuestra atención y, cómo no, vuestro valioso trabajo en la divulgación de la investigación arqueológica, y desearos mucha suerte en todo lo venidero.

 

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