En Arqueología e Historia n.º 2: Los bajos fondos de Roma podrás encontrar: «Callejeros. La circulación y la vida a pie de calle en la capital» por Ray Laurence

DFAQ2-2

La impresión que obtenemos de la ciudad a través de los autores clásicos –y en particular de los escritores de sátiras– es que Roma estaba repleta de calles en las que la gente se abría paso a empellones para desplazarse de un sitio a otro. Pero además, las calles no siempre se mantenían limpias, y muchos de estos escritores no cesaban de quejarse de ello. Hay un descarnado realismo en esas representaciones, en las que uno se encontraba caminando por la calle luchando contra una inmensa marea humana y necesitaba de un hombro recio para resistir y avanzar mientras sobrevivía a su vez a los empujones, sacudidas o incluso pisotones de otros peatones.

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