EN DESPERTA FERRO CONTEMPORÁNEA N.º 2: STALINGRADO (I): EL ASALTO DE LA WEHRMACHT… El combatiente soviético. Comportamiento y moral por Robert W. Thurston (Miami Univeristy)
La batalla de Stalingrado continúa siendo uno de los enfrentamientos militares más destacados y sangrientos, en el que cabe plantearse cómo actuaron los soldados soviéticos ante la Wehrmacht y la Luftwaffe alemanas, las fuerzas armadas más efectivas jamás conocidas hasta entonces, y cómo logró el Ejército Rojo imponerse tras las enormes pérdidas de 1941-1942. El comportamiento de las tropas soviéticas en la batalla sugiere bastante sobre el funcionamiento del estalinismo, en especial sobre si este se basó más en el apoyo popular o en el “terror”. Stalingrado aún perdura en un torrente de obras cinematográficas, monografías y artículos, y no son pocos los que contienen rasgos obvios de afinidad ideológica en cualquiera de las direcciones.
La última película rusa de la película; «Stalingrad» resulta ser muy logrado a nivel estético, salvo por la obviedad de los carros T-72 «disfrazados» de Panzer-IV Ausf J. Pero lo más chocante es el recurso a la sensiblería del público ruso, (el ruso tiene fama de ser muy emotivo) y el exacerbado maniqueísmo. El conflicto germano-ruso fue en gran medida ideológico. Hoy por hoy es inevitable estas reacciones.
Sin duda alguna, el conflicto era ideológico. Si los jerifaltes nazis de verdad hubieran tenido interés en dominar Rusia, habrían seguido hacia en Cáucaso y se habrían fortalecido en Ucrania para poder abastecer de suministros y combustible a los ejércitos alemanes, para poder continuar en su lucha contra los soviéticos. Pero los deseos de ver a su rival destruido consumieron a Hitler, y en su delirio decidió arriesgarse en los enclaves del poder soviético: Leningrado, Moscú y Stalingrado.