EN DESPERTA FERRO CONTEMPORÁNEA N.º 2: STALINGRADO (I): EL ASALTO DE LA WEHRMACHT… La naturaleza del combate urbano por David R. Stone (Kansas State University).
La batalla de Stalingrado no solamente marca un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial, sino también en la naturaleza del combate urbano. Tanto alemanes como soviéticos se vieron forzados a improvisar una respuesta a las exigencias de la lucha en la ciudad desarrollando tácticas y técnicas en una pugna implacable por la supremacía, obligados a luchar de un modo que era ajeno a su experiencia previa. Los alemanes, imbatibles en la guerra móvil en terreno abierto, tuvieron que consumir sus reducidas tropas en la toma de cada edificio o incluso de simples habitaciones. El ejército soviético, dominado por una rígida jerarquía y una adhesión estricta a la doctrina, tuvo que habilitar pequeños grupos y alentar la iniciativa individual.
No sé si se alentó la iniciativa individual… muy posiblemente en cierto sentido algo de eso hubo, no obstante el Régimen comunista ejecutó a sus propios soldados a la mínima sospecha. Anthony Beevor trata el tema en su obra La batalla de Stalingrado, por poner sólo un ejemplo. El terror no estimula el espíritu de iniciativa individual.
Gracias por participar en el blog, Néstor. El autor en este artículo se refiere sobre todo a la iniciativa individual desde el punto de vista táctico. El debate sobre el empleo del terror está contemplado en el artículo sobre el combatiente soviético (en el que también has comentado algo, así que gracias de nuevo). Bien es cierto que en la obra de Antony Beevor ese es uno de los aspectos más discutidos por otros autores por el hecho de que no aporta la fuente de los datos. Uno de esos autores es Mike Jones en «Stalingrad: How the Red Army Triunphed». Personalmente no lo conozco, así que no tengo opinión. Símplemente dejo ahí el dato por si te interesa profundizar en el tema. También puede ser útil «Why Stalin’s Soldiers Fought: The Red Army’s Military Effectiveness in World War II» de Roger Reese.
Saludos y gracias por seguirnos.
Hasta donde alcanzo a entender, durante los primeros combates en Stalingrado no se alentaba la iniciativa personal dentro de las filas soviéticas.
Si alguien ha visto la película «Enemigo a las puertas», habrá visto que enviaban a los hombres en parejas, uno con su fusil y otro con un cargador, contra los alemanes atrincherados en la Plaza Roja de la ciudad; el resultado era una matanza total.
Ahora bien, con el avance alemán, la ciudad era un caos, sin líneas de frente, y surgió un nuevo tipo de lucha, la «Rattenkrieg», en la cual se luchaba casa por casa, habitación a habitación, e incluso en el alcantarillado, con pequeñas unidades de unos pocos hombres, armados sobretodo con armas automáticas, granadas y lanzallamas.
Lo cual llevó a un cambio en la estrategia soviética: la ciudad no podía caer, por lo cual se combatió con pequeñas unidades que desangrasen al ejército alemán. Un ejemplo es la resistencia en Dom Pavlov, un edificio ocupado durante bastantes días por un grupo de soldados soviéticos que impidieron a los alemanes ocupar el edificio.
Se fomentó el uso de francotiradores, que podían ocultarse en cualquier rincón de la ciudad en ruinas, causar pérdidas a los alemanes y desaparecer sin dejar rastro.
Acabo de leer su respuesta, estimado señor moderador. Desconocía esa limitación, o falta profesional por parte de Anthony Beevor. Sabía de otras, pero no de esa en concreta, las lagunas bibliográficas. Gracias por responder a mi comentario.