Terrence Winschel es originario de Pittsburgh, Pensilvania, y licenciado en la Pennsylvania State University. También ostenta un M.S.S. (Master of Social Science) y un grado en Ed.S. (Education Specialist) del Mississippi College. Winschel ha prestado servicio durante 35 años en el National Park Service, destinado en el Gettysburg National Military Park, el Fredericksburg National Military Park y el Valley Forge National Historical Park, habiéndose jubilado recientemente tras permanecer largo tiempo como historiador del Vicksburg National Military Park.
Terry ha escrito 75 artículos sobre la Guerra de Secesión y más de 125 reseñas de libros. Es autor de Triumph & Defeat: The Vicksburg Campaign, Vol. II (SavasBeatie 2006), Vicksburg is the Key: The Struggle for the Mississippi River (University of Nebraska Press 2003), The Civil War Diary of a Common Soldier (LSU Press 2001), Vicksburg: Fall of the Confederate Gibraltar (McWhiney Research Foundation Press 1999), y Triumph & Defeat: The Vicksburg Campaign (Savas Publishing 1998).
En 2004 The Civil War Round Table of Chicago le concedió el Nevins-Freeman Award, y en 2006 The Civil War Round Table of New Orleans le concedió la Charles L. Dufour Award. Ha sido también nombrado Conservador del National Park Service del Año en 2007 por parte del Civil War Preservation Trust, y en 2013 se le ha concedido el premio Carrington Williams Battlefield Preservations del Año por parte del Civil War Trust.
P: ¿Cuándo descubrió su pasión por la Historia Militar?
R: Durante las celebraciones del centenario de la Guerra de Secesión (1961-1965), cuando yo era todavía un chaval, mi padre que era un gran aficionado de la misma, lo mismo que había sido su padre, llevó a la familia a los campos de batalla de Pensilvania, Maryland y Virginia. Por aquel entonces todo lo que me apetecía era correr por las praderas, explorar los bosques y subirme a los cañones. Sin embargo, unos años más tarde mis padres volvieron a llevar a la familia a Gettysburg y fue durante esa visita cuando se despertó en mi el interés por la Guerra de Secesión. Así es como desde muy joven no quise ser otra cosa que un park ranger y trabajar en el National Park Service, en una de sus muchas localizaciones de la Guerra de Secesión. Mediante una combinación mágica de perseverancia y de considerable buena suerte conseguí alcanzar mi sueño. Siempre me he considerado como uno de los pocos afortunados que consiguen aunar afición y profesión. Sin duda esta era la carrera de mis sueños.
P: ¿Por qué la Guerra de Secesión?
R: Aparte de la fascinación por la estrategia y las tácticas de la guerra, por la impresionante belleza, solemnidad y el carácter sacralizado de sus campos de batalla; ha sido el sentimiento del dolor humano originado por el conflicto lo que me ha arrastrado a toda una vida de estudio de la Guerra de Secesión. Lo que me cautiva son las historias individuales de los civiles y soldados afectados por la guerra.
P: Usted ha trabajado para el National Park Service, en los Parques Históricos y Militares, durante 35 años. Háblenos, por favor, de los siguientes aspectos: concepto, finalidad, actividades, financiación, etc.
R: El concepto de parque militar nacional y de campos de batalla nacionales apareció alrededor de la década de 1890, cuando la generación que había participado en dicha guerra comenzó a desaparecer en respuesta a la llamada final a filas bajo el toque de la trompeta de san Gabriel. Afortunadamente, tanto el Congreso como la misma Casa Blanca estaban todavía en aquel momento dominados por veteranos de la guerra. Con el fin de honrar a sus camaradas que ya solo vivían en la memoria, así como de recordar a las futuras generaciones su generoso sacrifico, estos veteranos se pusieron a la tarea de distinguir varios de los campos de batalla como parques militares nacionales o campos de batalla nacionales, destinados a servir también como campos de entrenamiento para los miembros presentes y futuros de las Fuerzas Armadas. Conforme a ello, todos los años se organizan una gran cantidad de visitas de personal (Staff Rides ) a estos campos para que sus miembros aprecien qué lecciones extraídas del pasado se pueden aplicar a los modernos campos de batalla, terrestres o aéreos, en el siglo XXI. Entre las agrupaciones militares que organizan dichos Staff Rides se encuentran el U.S. Army War College, el U.S. Army Command, el General Staff College, la United States Military Academy y alumnos de diversas academias militares de otros países.
P: Vd. se ha jubilado hace poco como historiador del Vicksburg National Military Park. ¿En qué consistía su trabajo?
R: Mis obligaciones como historiador del parque eran diversas y era precisamente esta diversidad lo que hacía que mi trabajo fuese exigente a la vez que interesante. Entre mis actividades estaban las que normalmente se relacionan con el trabajo de historiador: investigar y escribir, archivo de documentos, mapas y fotografías y conservador de las piezas. Pero, al contrario de lo que les ocurre a mis colegas de la academia, al ser un historiador público, esas tareas formaban solo una pequeña parte de mis ocupaciones. Entre los trabajos que llenaban la mayor parte de mi tiempo estaban las relaciones públicas, los temas relacionados con la administración de los terrenos y el mantenimiento de los mismos, así como de los monumentos y otras varias iniciativas de la institución. También tuve el cargo de sacristán del Cementerio Nacional de Vicksburg, que es el mayor cementerio nacional de los Estados Unidos en lo que se refiere a enterramientos del tiempo de la Guerra de Secesión. Asimismo formaban parte de mi trabajo la preparación del material destinado a la interpretación, incluyendo las presentaciones audiovisuales y el diseño de las exposiciones que se celebran. El Parque Militar Nacional de Vicksburg también dispone de un vibrante programa de visitas guiadas autorizadas cuya responsabilidad corresponde al historiador del parque. Para mí fue muy agradable trabajar con estos guías que proporcionan una experiencia interpretativa insustituible a los visitantes del parque.
P: El desarrollo de la guerra en el Oeste suele atraer una menor atención por parte de autores y lectores que el teatro de operaciones del Este. ¿Qué es lo que hace tan relevante al Oeste y sobre todo a Vicksburg en el desenlace de la Guerra de Secesión?
R: Es cierto, la guerra del Oeste se ha visto siempre ensombrecida por los acontecimientos y las personalidades que brillaron en la guerra del Este. Si exceptuamos a Nathan Bedford Forrest existen pocas personalidades relacionadas con la guerra en el Oeste que fascinen a la gente de hoy tanto como lo hacen Robert E. Lee, “Stonewall” Jackson, o J.E.B. Stuart. Ni siquiera las gestas de Shiloh, Vicksburg y Chickamauga juntas han hecho correr tanta tinta como lo sigue haciendo la batalla de Gettysburg. Sin embargo la guerra se decidió en el Oeste, así como los acontecimientos que hicieron que la Confederación quedase dividida en dos a lo largo del río Misisipi logrando con ello uno de los principales componentes del “Plan Anaconda”. Fueron las acciones militares del oeste las que destruyeron la capacidad industrial de los confederados en Alabama y Georgia, arrasaron los campos y bosques que habían abastecido a las tropas del uniforme gris y tostado con los alimentos que necesitaban tan desesperadamente para mantener la guerra, minando la voluntad de los sureños para mantener el conflicto.
P: Vd. ha escrito extensamente sobre Vicksburg. ¿Qué es lo que hizo esta campaña tan especial para usted a nivel personal?
R: Habiendo estado destinado en Vicksburg durante la mayor parte de mi carrera, tuve la ocasión de desarrollar un afecto y una fascinación especial hacia las fuentes encomendadas a mi cuidado y hacia la historia de la campaña de Vicksburg. El parque tiene el privilegio de poseer amplísimos fondos que consisten en miles de documentos, como cartas, diarios y memorias de ciudadanos y soldados que estuvieron involucrados en la campaña. Trabajando con esta colección me vino la idea de transmitir estas historias a otros mediante los programas interpretativos del parque, mediante muchos viajes como conferenciante ante diversas mesas redondas de la Guerra de Secesión y otras organizaciones similares de todo el país, mediante la participación en seminarios académicos y mediante la publicación de libros y artículos. También deseaba situar a Vicksburg en el lugar que le corresponde. Siempre ensombrecida por la mucho más sangrienta pero menos decisiva batalla de Gettysburg, Vicksburg merece mucha más atención de la que ha recibido hasta ahora por parte de historiadores y escritores. Incluso George Meade, el vencedor de la Unión en Gettysburg, reconoció, haciendo referencia a Vicksburg, que esta fue “la segunda en cuanto a esplendor, si no la primera en cuanto a consecuencias reales”. Afortunadamente, mediante el trabajo incondicional de varios historiadores, el más notable de los cuales es Edwin C. Bearss, Vicksburg está empezando ahora a adquirir el reconocimiento que tan claramente se merece.
P: Al igual que en el artículo que Vd. escribió para Desperta Ferro Historia Moderna n.º7: Vicksburg 1863, durante su carrera ha prestado especial atención a los aspectos humanos de la guerra, a la vida cotidiana y al sufrimiento tanto de los civiles como de los soldados. Por favor, háblenos más de esto.
R: Los ciudadanos de Vicksburg experimentaron los horrores de la guerra en un grado mayor que la gente de cualquier otra ciudad norteamericana, ya fuese del Norte o del Sur. Los que se vieron atrapados en Vicksburg durante el asedio de 47 días que padeció la ciudad sufrieron las mismas desgracias que los que estaban en las trincheras que la cercaban, y no se libraron de la muerte como tampoco se libraron los soldados en el campo de batalla. La triste verdad es que personas inocentes, hombres, mujeres y niños, tanto negros como blancos, perecieron víctimas de esta guerra. Muchos de los que sobrevivieron a esta calamidad, como Emma Balfour, Mary Loughborough, Lida Lord y Lucy McRae nos dejaron relatos vivos y emocionalmente conmovedores de su experiencia durante el asedio y de cómo era la vida bajo tierra capaces de conmover los corazones de sus futuros lectores. Esperemos que sus relatos puedan servir para acercar a las futuras generaciones a la historia de Vicksburg y de la Guerra de Secesión como el momento definidor de la historia de EE. UU.
P: Aunque Vd. se ha jubilado estoy seguro de que no estará inactivo. ¿Qué proyectos tiene entre las manos?
R: Al “jubilarme” lo único que he hecho es dejar atrás la burocracia sin sentido del funcionariado del Estado y he vuelto a retomar los aspectos para mí más divertidos de la historia. Continúo estando muy activo como conferenciante ante diversas mesas redondas de la Guerra de Secesión y también participando en simposios académicos por todo el país. La flexibilidad que me da la jubilación me permite dedicar ahora más tiempo a mis dos pasiones, la escritura y la conservación de los campos de batalla. También disfruto de la oportunidad de dirigir visitas de otros campos de batalla, aparte de los que tienen que ver con la campaña de Vicksburg. Últimamente y en colaboración con mi querido amigo el general de brigada Parker Hills, dirigí un tour de tres días de duración por los campos de batalla de South Mountain, Harpers Ferry y Antietam con la Penn State Alumni Association, y el próximo año dirigiré otro de la Campaña de los Siete Días para el mismo grupo.
P: Por último, ¿Qué le ha parecido la experiencia de colaborar con Desperta Ferro?
R: Aunque he publicado muchísimo en los Estados Unidos, esta ha sido la primera ocasión que he tenido de hacerlo en una publicación extranjera. Verdaderamente, ha sido un gran placer y una experiencia de lo más agradable el trabajar con Javier Gómez y con el personal de Desperta Ferro. Durante todo el proceso de publicación me han brindado toda clase de cortesías y amabilidades haciendo del mismo un ejemplo a imitar. Permítanme expresar lo agradecido que estoy y cuan sinceramente aprecio su profesionalidad.
Muchas gracias por su tiempo y por su espléndido trabajo.
Fotografías del Vicksburg National Military Park por cortesía de plainadventure.com (todos los derechos reservados)
Enhorabuena por estas entrevistas a estos magníficos colaboradores estadounidenses, gracias por vuestra gran labor sobre la guerra de Secesión, que aquí en España había estado tan pobremente estudiada, Saludos